Como parte del proyecto cultural El Corredor de Línea, en esta transitada arteria de El Vedado capitalino, actualmente se acometen las labores de restauración y reconstrucción de la antigua estación de tranvías El Carmelo, ubicada entre las calles 18 y 20, para convertirse en el recinto Ferial La Estación, del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), que en su primera etapa será inaugurado como parte de las celebraciones por los 500 años de San Cristóbal de La Habana.
 

Un poco de historia

La Habana fue la segunda urbe en América Latina en utilizar el tranvía (del inglés tramway, «vía de rieles planos»), como medio de transporte, precedida solo por la ciudad de México.

El primer tranvía en La Habana, comenzó a circular el domingo, 1 de junio de 1862, en su primer tramo entre las barriadas del Cerro, Jesús del Monte y El Carmelo, en El Vedado, pero en estos inicios era tirado por tres caballos.

El 3 de septiembre de 1901 la Havana Railway Company inauguró oficialmente el servicio de tranvías eléctricos de La Habana, y desde 1907, funcionó esta edificación de ladrillos que abarcaba dos manzanas completas, como la principal estación de tranvías con que contaba en Cuba la compañía Havana Electric Railway para completar el sistema tranviario.

Este servicio fue paulatinamente sustituido en el país a partir del 23 de junio de 1950 por ómnibus operados por la empresa Autobuses Modernos S.A. La Estación de tranvías El Carmelo dejó de funcionar como tal a finales de abril de 1952.

En 1958 este inmueble se mantenía como paradero bajo la propiedad de dicha compañía, hasta que en 1959 fue nacionalizado el transporte urbano en Cuba, y luego, en 1962 se convierte en fábrica de ómnibus para el transporte público y recibe el nombre del héroe de Playa Girón, Claudio Arguelles.

La factoría desaparece en 1992 como resultado de las limitaciones impuestas por el «período especial», y en 1995 el lugar se destina al ensamblaje de bicicletas, con piezas chinas, y se renombró como Fábrica de bicicletas Pipián, en honor al atleta Sergio «Pipían» Martínez, legendaria figura del ciclismo nacional, llamado Rey de las carreteras de Cuba, hasta que en 2002 un incendio inhabilitó el espacio.

Presente

En estos momentos y desde el pasado diciembre, luego de que el Ministerio de Cultura entregara al FCBC esta instalación, se realizan las iniciales labores de demolición de los elementos no previstos en el proyecto, y ya se ha iniciado el proceso de restauración de los paredes de ladrillos a cara vista originales, de columnas y vigas de acero, así como el enchape de muros con tabletas de barro cocido.

Esta empresa de la cultura se enfrenta a una inversión millonaria pues esta instalación posee un área de más de 10 mil metros cuadrados que se encuentra cuasi destruida.

La Estación será sede de múltiples eventos de las diferentes instituciones culturales, además de ser lugar propio de todas las ferias temáticas de artesanía que organiza el FCBC, que lo administrará.

Se encuentran ya trabajando aquí alrededor de diez grupos de creación del FCBC, para rescatar los valores patrimoniales del inmueble que tiene más de cien años de construido y mantener la utilización de la celosía y el ladrillo a cara vista que es lo que más caracteriza a la edificación que ocupa toda una manzana y a la cual podrá accederse desde las cuatro cuadras que la componen.

Jacqueline Ruiz Sastre, especialista en inversiones del FCBC, conversó con el Blog Cubarte, acerca de este magno proyecto que contribuirá a una mayor y constante promoción de los productos y servicios culturales en la capital.

¿Quién está acometiendo el proyecto?

El proyecto ejecutivo de La Estación está a cargo de la Empresa de Proyectos y Servicios de Ingeniería de la Cultura, Atrio, sobre las ideas originales del grupo Espacio que lidera la arquitecta Vilma Bartolomé y que concibió el proyecto general del Corredor Cultural de Línea, del cual La Estación se define como el corazón.

¿Cómo se seleccionaron los colectivos de creadores que intervienen en el proyecto?

Primero se definió el grado de especificación de cada trabajo de restauración y a partir de ahí se seleccionaron los colectivos de creación de mayor experiencia, los más serios, los que ofrecieran mayor garantía en su labor y cuyos resultados anteriores en acciones similares fueran los más relevantes, en los trabajos de restauración de ladrillos, piedras, pisos, en la albañilería y en todas las líneas.

¿Qué colectivos de creación se encuentran ya a pie de obra?

Hasta ahora hay más de diez colectivos involucrados y se seguirán incorporando otros a medida que se vayan abriendo otras líneas de trabajo teniendo en cuenta la excelencia en el quehacer de los mismos.

Decorés, al frente del cual está un reconocido creador Pedro Ariel, que tiene en su haber varias obras importantes y que incluso ha intervenido en la restauración del Mercado de Cuatro Caminos; ellos están restaurando en la nave principal las paredes de ladrillos y las vigas metálicas.

Idearte, de Matanzas, que también está reparando los muros, reconstruyendo los vanos van a comenzar a trabajar en los enchapes.

El Colectivo Espacio, se está ocupando de todo lo que es el diseño de las rejas, el mobiliario; el grupo de Daylé Ceballos está cometiendo la carpintería en metal, los portones, el de Adonis Bello también está en la restauración de los ladrillos.

Nosotros, está realizando todo el manual de la señalética, y la gráfica, y próximamente se incorpora el colectivo Ardeco, para los trabajos en pladur, las luces y otros, y Arte Roca que ya está produciendo adoquines y el resto de los pisos.

La actitud de los colectivos y el ritmo de trabajo son magníficos; la faena es constante, no se detienen, incluso los fines de semana están trabajando y hay mucha interrelación entre los diferentes grupos.

¿Para qué fecha se espera esté terminada la obra en su totalidad?

Esta es una inversión millonaria que se acometerá por etapas; este año nos aprobaron más de un millón como plan y ya casi lo estamos ejecutando; debe estar terminada completamente, a fines del 2020.

La primera etapa constructiva, que estará concluida en noviembre y que acogerá en diciembre la Feria Internacional de Artesanía FIART 2019, contempla el recinto ferial, propiamente dicho, con dos salones expositivos, y otras áreas de la planta baja del inmueble, entre ellas las dedicadas al servicio gastronómico y un gran patio con adoquines, vegetación, y bancos.

Se pretende, en la segunda etapa, hacer una cubierta jardín para el tema recreo, disfrute y descanso de los visitantes, con pasarelas interiores de metal para desde la altura se pueda observar el recinto ferial.

En la segunda planta también estará la galería de arte, atendiendo a uno de los encargos del FCBC de promocionar las obras de las artes plásticas.

También incluye una sala multipropósito de cien capacidades abajo al fondo, con la pretensión de realizar allí conferencias, presentaciones de libros, musicales y de teatro, proyecciones fílmicas y otras acciones.

¿Qué impediría el cumplimiento del cronograma previsto?

Lo más complicado es el tema de los recursos aunque hasta este momento se han garantizado.

Estos recursos son de producción nacional, como el cemento, la arena y otros, y también importados como por ejemplo los ladrillos, las resinas para la terminación de los ladrillos que impiden que estos se sigan degradando, otras resinas para simular en el piso los rieles de los tranvías como está concebido en el diseño; las cubiertas jardín llevan unas mallas impermeables que también deben traerse del exterior, al igual que las instalaciones hidrosanitarias y las eléctricas que no existen en el mercado nacional.

La no entrada en tiempo de estos recursos podría atrasarnos, pero hasta ahora no ha sucedido; tenemos el apoyo del gobierno, y la colaboración incondicional de las autoridades principales de la ciudad, y la fuerza de trabajo, como son nuestros propios colectivos, no es un problema en La Estación.