Diversidad y riqueza de voces poéticas contemporáneas, se dan cita en la trigésima primera edición del Festival Internacional de Poesía de La Habana. Hasta el próximo 31 de mayo, y auspiciado por el Centro Cultural CubaPoesía, el Instituto Cubano del Libro y el Centro Cultural Dulce María Loynaz, rendirán tributo a José Martí, en el 130 aniversario de su caída en combate, teniendo como invitada de honor a la poetisa, Premio Nacional de Literatura, Nancy Morejón.

Lecturas públicas, cantatas, brindis martiano, Foro: Minorías y poesía de resistencia, encuentro de Poetas en Defensa de la Humanidad, presentaciones editoriales, intercambios entre escritores, acciones comunitarias, un Mitin Poético Virtual y la presentación del proyecto Atenas de traducción de poesía, son algunas de las actividades del programa que acompañan al evento. Propuesta que pretende multiplicar la presencia de la poesía en todos los ámbitos de la sociedad.

Expresando sentimientos y visiones del mundo, el Festival es el momento en el que la poesía y los poetas alzarán sus voces en defensa de la vida y la libertad de expresión. Se hace un llamado a la comunidad poética internacional, aficionados y observadores, para que se unan activamente al evento, en busca de conmover, reflexionar y conectar con una amplia gama de temas, que abarque desde el amor, la naturaleza hasta la política y la condición humana.

Para el pueblo cubano, la poesía tiene un significado profundo y multifacético, especialmente en el contexto histórico y social de la Isla. Es un vehículo para expresar la identidad nacional, cultura y tradiciones del país. A través de los versos, los poetas han explorado la historia de Cuba, la lucha por la independencia, la diáspora, música, comida, paisaje y nuestra idiosincrasia, tensiones económicas, políticas y sociales. La poesía ha servido como una forma de resistencia y crítica, por ello los poetas utilizan metáforas, alegorías y otros recursos literarios para expresar defender la libertad de expresión. La poesía se convierte, así, en una herramienta donde confluyen intereses y emociones.

La Habana en poesía, esa que es rica en referencias de nuestra historia, en momentos de gloria y de tragedia. Forma, además, de mantener viva la memoria colectiva, fomento del diálogo y la reflexión. La poesía puede generar debate sobre la política, la emigración, la identidad y el futuro del país. Los poemas pueden desafiar las ideas preconcebidas, promover el pensamiento crítico y fomentar el diálogo constructivo entre diferentes perspectivas. Pero también celebra la belleza y la humanidad, la alegría de vivir y la capacidad humana de amar, crear y trascender. Es así que este Festival es una alabanza para recordarnos la importancia y la magia de apreciar los pequeños placeres de la vida, de conectar con la naturaleza y de cultivar las relaciones humanas.

El evento es propicio para realzar que la poesía actual continúa siendo un campo fértil y diverso, que se caracteriza por su resistencia, su compromiso social, su exploración de la verdad. En su búsqueda de nuevas formas de expresión, también enfrenta desafíos importantes.

Como esencia pura que refleja la vida cotidiana, y que a menudo encuentra su mayor fuerza en la lectura detallada y la representación honesta de lo ordinario, esta edición trata de capturar las experiencias sensoriales, reflexionar sobre la existencia y documentar la realidad social. Y en esa celebración de la belleza ordinaria, como espejo de plurales nacionalidades, nos devuelve una imagen de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

La invitación está hecha a mirar con atención, a sentir con intensidad y a reflexionar con profundidad sobre la cotidianeidad. Al hacerlo, nos ayuda a comprender mejor nuestra propia existencia y a conectar con los demás a un nivel más profundo. Es entonces que se hace necesario sumarse a la festividad del verso como patrimonio común y expresión esencial de la espiritualidad humana.