Otra vez el arte volvió a ser protagonista durante los meses de julio y agosto en La Habana, propuestas para todos los públicos, pensadas desde las diversas manifestaciones, ocuparon los principales espacios, con propuestas atractivas que agradece el público.
Pocas jornadas quedan para disfrutar de la etapa estival, un período que sirvió para la celebración de un excelente festival de cine que regresó a la pantalla de los principales cines capitalinos, más de 70 propuestas audiovisuales divididas en una veintena de ciclos y con sugerencias que desde la documentalística, los animados y largometrajes satisfizo las expectativas de los más exigentes.
Las artes escénicas también tuvieron jornadas de lujo durante el verano, con propuestas teatrales que fueron disfrutadas por más de 15 000 espectadores, y entre las que sobresalen las puestas en escena del grupo Teatro La Proa, agrupación que celebra sus quince años con estrenos y reposiciones destinadas, fundamentalmente al público infantil.
De la música muchas fueron las acciones veraniegas, conciertos de agrupaciones de alto nivel de convocatoria, la celebración por las cuatro décadas de la Empresa comercializadora de la Música y los Espectáculos “Ignacio Piñeiro” y dos presentaciones sin precedentes en el Malecón de La Habana, protagonizados por Gilberto Santa Rosa y Armando Manzanero, son algunas de las invitaciones más destacadas.
A ellas se suman dos espectáculos de singular significación, convocados para el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”: “Once, concierto para dos” con el maestro Chucho Valdés y Patricia Sosa como protagonistas y “Un estilo propio de hacer Jazz” que llevara Roberto Fonseca y Temperamento.
La danza, las artes plásticas, la literatura y las artes visuales también se destacaron en el período que está por terminar, sobresaliendo de manera especial la Feria de Artesanía “Arte en la Rampa”, las galas de clausura de los talleres de la Compañía Lizt Alfonso Dance Cuba y el programa de “Rutas y Andares”
Mucho hay por decir, todavía, de lo que ha sucedido durante el verano, en La Habana, ciudad que también celebró su Carnaval con una calidad superior en las propuestas, a lo que se adicionan los programas pensados desde las Casas de Cultura y en la que destacó el Festival de Verano “Casino de Kubasoy” que liderado por los jóvenes de la Compañía Kubasoy ofreció, por cuarto año consecutivo, la posibilidad de aprender a bailar casino y otros ritmos autóctonos y a la que se sumaron más de 200 personas de todas las edades.
Estas son solo algunas de las principales actividades desarrolladas en La Habana durante la etapa estival, desde la creación artística y literaria, para los días que quedan se han reservado atractivas propuestas de cierre.
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