Foto: Maité Fernández Barroso.
Nadie recuerda que alguna vez un Jurado haya decidido con mayor celeridad el otorgamiento del Premio Nacional de Artes Plásticas. Fueron quince los nominados y, en menos de dos horas, el nombre de Lesbia Vent Dumois era informado el pasado martes a los periodistas que esperábamos el veredicto en la hermosa sede del Consejo Nacional de esta manifestación artística.
La alegría que a nuestro arribo al salón pudimos apreciar en los rostros de los siete críticos de arte y prestigiosos creadores encargados de la engorrosa tarea, ratificaba que el debate había transcurrido de forma expedita y con un resultado que satisfacía sobremanera a todos.
José Ángel Toirac fue, en su calidad de premiado el pasado año, quien presidió el Jurado, integrado asimismo por el también Premio Nacional de Artes Plásticas José Villa Soberón; las curadoras Corina Matamoros, Marilyn Sampera y Margarita Sánchez Prieto; así como por los críticos de arte Antonio Fernández Seoane y Alain Cabrera Fernández, este último como Secretario.
“El Jurado decidió por unanimidad y realmente fue bastante rápido. Todos estuvimos de acuerdo en que fuera Lesbia la Premio Nacional de este año. Cada cual expuso su punto de vista e, increíble: fue rapidísimo.
Foto: Cortesía de la autora. (Tomada en la UNEAC cuando se le llevó la noticia). De izq. a derecha: Antonio Fernández Seoane, José Ángel Toirac, Lesbia Vent Dumois, Marilyn Sampera, Corina Matamoros, Margarita Sánchez Prieto y Alain Cabrera Fernández.
Pienso que lo fundamental es que se estaba valorando no sólo a un artista; sino a un intelectual, que es mucho más. Y Lesbia tiene una carrera, tiene años dedicados a la cultura y eso hay que reconocerlo. Algo en lo que todos estuvimos de acuerdo.
Además, felizmente también coincidimos en que se premiara a una mujer. No fue un objetivo, pero sí un logro de este año”, señaló Toirac, a quien corroboró el también curador Antonio Fernández Seoane, alguien que por muchos años ha compartido con la premiada las tareas de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC, presidida por ella desde hace algún tiempo.
“Esta es la entrega número 26 del Premio y sólo en 1995 Rita Longa aparece en este espectro, junto con Agustín Cárdenas. Nunca más apareció la mujer. Entonces, eso también se debatió en el Jurado. Incluso, en la recta final, tres mujeres alcanzan la mayoría de los votos y entre ellas Lesbia Vent Dumois.
Como ha dicho Toirac, otorgárselo es justo y necesario porque es una figura relevante del panorama contemporáneo de las artes visuales; fundadora de muchas acciones dentro de ese panorama; con una obra sólida que abarcó lo mismo el grabado, que la pintura, que el dibujo o la manufactura artesanal, pero llevada al plano del arte”.
Tampoco Corina Matamoros, prestigiosa especialista del Museo Nacional de Bellas Artes, se hizo de rogar para dar su opinión sobre la artista recién distinguida con el más alto reconocimiento que otorga, con carácter anual, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas.
“Estoy muy contenta. Creo que, cuando hablamos de Lesbia, hablamos más que de una artista plástica. Hablamos de una gran intelectual que nos ha acompañado durante décadas. Su presencia en organizaciones fundacionales que todavía hoy trabajan es muy importante.
Lesbia ha sido un ejemplo para todos nosotros. Es una gran curadora. Es una gran conocedora del arte latinoamericano. Es una mujer que tiene una experiencia de trabajo en la base, en todo el país. Para qué hablar de su trabajo en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Incluso, era una pena que compitiera. Ella es más que todo esto. Su personalidad es de una integralidad tal, dentro de la intelectualidad cubana, que siempre ha tenido el Premio; aunque se lo dimos hoy”.
Ya casi cuando apagábamos las grabadoras, nos volvimos nuevamente hacia José Ángel Toirac, quien reclamaba nuestra atención con un gesto:
“Sólo recalcar una cosa y es una característica de Lesbia como persona: es muy modesta, muy humilde. Y eso también se debe premiar”.
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