Diseñador: Fabián Muñoz
Este año ha sido una de las inusuales ocasiones en la que el Premio Literario Casa de las Américas se ha inaugurado fuera del mes de enero. La edición 63 del primer evento creado por la institución y uno de los símbolos que la identifican ha transcurrido del 24 al 28 de abril, día que marca la entrega de los galardones.
Las 480 obras que concursaron correspondieron a los géneros y categorías de Cuento, Literatura testimonial, Estudios sobre la presencia negra en la América y el Caribe contemporáneos, y Literatura brasileña.
CUENTO
Entre los 353 libros de cuentos presentados el jurado integrado por Oliverio Coelho, de Argentina; Luis Laya, de Venezuela, y Alberto Marrero, de Cuba, decidió premiar la obra Todos somos islas, de Luis Felipe Núñez Mestre, Colombia.
De acuerdo con el acta: “Son historias que se adentran en zonas tenebrosas de la realidad latinoamericana, con eficacia narrativa, intensidad y ritmo, personajes muy bien perfilados psicológicamente y lenguaje de amplio registro que no evade lo coloquial popular. Por sus páginas desfilan seres enajenados, consumidos por el miedo, pisoteados por las drogas, la violencia, la impunidad, los abusos y prejuicios contra las mujeres, la niñez fracturada, las injusticias cotidianas, y con indudable maestría logra un cuadro estremecedor que incita rabia y a la vez compasión, sin respuestas ni moralejas, ni elucubraciones ontológicas, ni finales predecibles, pero que obligan al lector a reflexionar y, por qué no, a tomar partido”.
En este género se les entregaron menciones a los libros La noche de la casa, de Esmeralda Torres, Venezuela y Welcome, señor Kerry, del cubano Emerio Medina Peña.
LITERATURA TESTIMONIAL
Por su parte, Después del incendio (Papeles de guerra: Venezuela 2017-2021), de Eduardo Ernesto Viloria Daboín, de Venezuela, fue el libro honrado por el jurado de Literatura Testimonial, género al que se presentaron 96 títulos, y que estuvo integrado por Telma Luzzani, de Argentina; Cristian Valencia, de Colombia; y Ricardo Riverón Rojas, de Cuba, quienes argumentaron que “se trata de un volumen cuyo uso del lenguaje moderno es contundente, de manera que lo que parece propio del proceder cinematográfico resulta ser un relato literario poético, duro y emotivo, que ilumina cada una de las escenas. El escenario priorizado es la frontera colombo-venezolana con la actuación de sicarios al servicio de los terratenientes, y a través de estas páginas se hacen evidentes los crímenes y el salvajismo de los abusos en esa porosa frontera. Se trata de un testimonio de alta elocuencia sobre personas y procesos generalmente no visibilizados en la Venezuela actual, en el que resulta evidente la metodología del imperio –que hoy es lugar común– contra los procesos emancipatorios en los países de Nuestra América y aquellos que no se le someten”.
En este apartado también se entregó una mención al volumen Peripecias procelosas y variopintas de un corrector y columnista vasco en la prensa dominicana, de Juan Carlos Campos Sagaseta de Ilurdoz (Koldo), País Vasco-República Dominicana.
LITERATURA BRASILEÑA
Los brasileños Mário Araújo y Clara Dias, junto con la cubana Ingrid Brioso Riemont, debieron valorar los libros de ficción publicados en portugués entre 2020 y 2022. Tras sus deliberaciones decidieron galardonar el conjunto de cuentos Infância com bicho e pesadelos (e outras histórias), de Cyro de Mattos, por ser un libro “que absorbe al lector por sus narraciones poéticas de una inquietante levedad, que cautivan a quien lee, y que revelan un sorprendente dominio del lenguaje. El volumen posee una calidad literaria única que refleja la madurez del autor”.
Las obras Mesmo sem saber pra onde, de JR Bellé y Máquina rubro-negra, de Gustavo Castanheira, recibieron menciones en esta categoría de Literatura brasileña.
ESTUDIOS SOBRE LA PRESENCIA NEGRA EN LA AMÉRICA Y EL CARIBE CONTEMPORÁNEOS
En cuanto a las obras sobre los Estudios sobre la presencia negra en la América y el Caribe contemporáneos, el jurado conformado por Yuderkys Espinosa Miñoso, de República Dominicana; Jesús “Chucho” García, de Venezuela; y Alberto Curbelo, de Cuba; decidió otorgar el Premio Casa de las Américas a La orilla de Caliban: el rastro de la filosofía afrocaribe en el siglo xx, de Roberto Rafael Almanza Hernández, Colombia.
Sobre este libro destacaron que “se inscribe en la tradición del pensamiento y la filosofía caribeña, al tiempo que muestra sus conexiones con el pensamiento afrodiaspórico, resaltando las importantes contribuciones de autores y movimientos de la diáspora africana a la producción de «la caribeñidad».
“De esta forma, actualiza y ensancha los derroteros de Caliban, su resistencia y enfrentamientos con los poderes colonizadores. La originalidad del trabajo reside en mostrar la particularidad del pensamiento de autores e intelectuales afrocaribeños al tiempo que muestra las profundas conexiones con África, así como con la literatura hegemónica blanco-mestiza del resto del Caribe y del continente. Para ello el autor alude a movimientos importantes como el rastafari, el panafricanismo y el humanismo, tanto como a la materialidad de las vidas que han producido estos movimientos. Igualmente recurre a los aportes de la teoría descolonial y desde allí problematiza los obstáculos y las dificultades de emergencia de un pensamiento afrocaribe”.
La chilena María Elena Oliva Oliva recibió una mención con su libro Escribir la afrodescendencia. Debates y trayectorias de la intelectualidad afro en el siglo XX latinoamericano.
PREMIO DE POESÍA JOSÉ LEZAMA LIMA
La Casa de las Américas decidió entregar este año uno de sus galardones honoríficos, el Premio de poesía José Lezama Lima, que en esta ocasión recayó en el libro Diario de las revelaciones, del venezolano Gustavo Pereira, “por tratarse de un ambicioso proyecto que desborda géneros y asimila lo poético a formas y expresiones que suelen serle esquivas, y por el feliz modo en que trabaja lo enciclopédico –con un lenguaje que se mueve en los más variados registros– dentro del espacio de la escritura privada”.
Con esta entrega se suman nuevos autores y libros a la larga lista de los premiados, las menciones e incluso los finalistas seleccionados y las recomendaciones hechas por los jurados en diversas ediciones del concurso. A pesar de las naturales transformaciones que ha tenido que asumir en sus 63 años de existencia, el Premio Literario Casa de las Américas sigue siendo ese lugar de encuentro y debate de los escritores de todo el mundo y en especial de nuestra América, y sigue cumpliendo la misión de difundir la obra de los escritores galardonados, muchos de los cuales comienzan a ser reconocidos luego de ganar el certamen.
La posposición del Premio Casa 2023 para el mes de abril, lamentada en algún momento, ha hecho coincidir, además, el cierre de la importante jornada de homenaje por el centenario de Haydee Santamaría, presidenta fundadora de la Casa; y la celebración del que sería el cumpleaños cien de la escritora cubana Fina García Marruz, quien justamente nació un 28 de abril, día que marca también la creación de la Casa en 1959. Este azar solo nos es útil para vislumbrar la fecunda cercanía entre la poeta y la Casa, en la que distinguimos su honda relación con Roberto Fernández Retamar y su poema a Haydee, «En la muerte de una heroína de la patria», uno de los más conmovedores que le hayan dedicado.
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