Nos enseñó que la cultura es una ciencia, aún más, que la cultura cubana es una ciencia viva, a través de un magisterio raigal, esmerado y genuino como ella misma.
Ana Cairo Ballester, la entrañable colega, destacada investigadora y profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, es de las intelectuales cubanas a quien más debemos, tanto por su calidad profesional y humana como por el ejemplo transmitido a cada uno de sus estudiantes, compañeros, familiares, amigos y lectores… mediante clases, debates y publicaciones que conforman un estilo y un método propios, de esos que se convierten en fuente de inspiración para los demás.
Experta en tomar el pulso a la realidad, sus análisis siempre me parecieron de un rigor clínico, con resultados vitales para mantener a salvo el latido de la nación cubana.
Jamás sabremos cómo entretejía en un mismo enunciado las concepciones psico-pedagógicas más elaboradas con el ingenio popular que brota a pie de calle, haciendo compatibles la academia y la cotidianidad de forma inigualable.
Ahora recuerdo algunas de nuestras conversaciones, en particular cuando le pedí que firmara mi ejemplar de uno de sus libros que más me ha aportado en todo sentido, JOSÉ MARTÍ Y LA NOVELA DE LA CULTURA CUBANA; entonces su modestia me conmovió una vez más, haciéndome pensar que quizás el rasgo característico de esta discípula eterna de Fernando Ortiz es que estudiaba, indagaba e interpretaba mucho más de lo que consideraba listo para impartir, escribir, publicar.
Aquel día me habló de la segunda parte que tendrá de esa obra, como si ese innovador grupo de ensayos no fuera un corpus terminado y sorprendente, observando tanto su contenido y método como su estilo y alcance. Recuerdo el balanceo de su cabeza, que parecía afirmar y negar a la vez, como para no darme o quitarme la razón completamente, al devolverme autografiada esta edición del Centro de Estudios Martianos que siempre tengo a mano.
Gracias hoy y siempre por la trascendencia de tu vida y tu obra, Ana, verdadero reto a que seamos mejores personas, profesionales y cubanos.
9 de Abril de 2019 a las 10:22
Sensible perdida el fallecimiento de la Dra. Ana Cairo Ballester, entre otros Premio Nacional de Ciencias Sociales. Nos enseno la verdadera histroria, los significativos hechos y sus participantes, con una exposicion y proyeccion de valentia profesional, con ella aprendi la historia del 20 de mayo de 1902, nos dejo excelente libro de investigacion. Participaba en cuanto evento era convocada y dejaba el sabor de conocer mas de nuestra historia.
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