El rigor de una vida dedicada a la música se afirma en el más reciente libro publicado por Ediciones Cidmuc, Pensar-Sentir: el violín y yo, de la autoría del maestro Evelio Tieles

Presentado en la sala Fernando Ortiz de la propia institución, Pensar-Sentir: el violín y yo constituyó una plausible oportunidad para celebrar cuánto este instrumento le ha aportado a la cultura, especialmente, cubana. Tieles con su particular manera de enseñar, haciendo gala de la pasión que le distingue, expone en siete capítulos algunas esencias en el arte de vivir por y para la música.

Lo técnico y anecdótico se mezclan en este texto, cuidadosamente editado por la Msc. y musicóloga Carmen Souto, para quien los lazos afectivos que le unen a Tieles no le impidieron  lograr la objetividad necesaria para hacer converger criterios estilísticos en pos de la mejor comprensión de un texto complejo, en la medida en que  música, filosofía y ética se funden a la hora de entender a esta última, y asumirla cual si fuera un solo, perfectamente armonizado.

Con la impronta martiana como soporte de su concepción ético-profesional, Tieles articuló un discurso donde la dicotomía ser-pensar; erigen al hombre como centro de todo su universo. La Msc. y musicóloga Ailer Pérez, coordinadora del sello editorial Cidmuc, en sus palabras iniciales enfatizaba una idea neurálgica, y es que cada capítulo queda acompañado, justamente, por una cita martiana que se corresponde con el tema abordado. Este criterio va más allá de lo estilístico y formal para ser centro de análisis, en tanto se convierte en  una de las lecturas paralelas que el texto defiende: la prevalencia de una especie de literatura de la música explicitada en el modo en que el instrumentista, además de ejecutar, crea una relación emo-espiritual con lo que defiende. He aquí uno de los puntos convergentes con el ideario martiano. 

A propósito de esta presentación, le fue diseñada una muy agradable sorpresa al maestro, proveniente, y al decir de José Martí, fueron “los pinos nuevos”, quienes protagonizaron un segundo momento del encuentro, pues fueron invitados jóvenes estudiantes de violín— la más pequeña con solo 9 años, Alma Gabriela Díaz Pérez—que mostraron un variado repertorio que demostraba la certeza de un relevo seguro.

Pensar-Sentir trajo consigo un cúmulo de experiencias personales. Unido al equipo de trabajo del Cidmuc, liderado por su directora, la Ms. Laura Vilar, se reunieron alumnos y amigos de Tieles, que en este paso por La Habana tuvo múltiples oportunidades de, en nombre de la música, hablar de patria, identidad, compromiso con los orígenes y con lo porvenir, y justo en ese clima de connotada espiritualidad que emanaba de cada reflexión, mostró el respeto hacia los profesionales que convirtieron su sueño realidad. Del mismo modo, para el equipo de trabajo Cidmuc, esta propuesta también representó un compromiso en su esencia de defender lo más auténtico de la música, en cualquiera de sus expresiones y géneros.

Y si de compromiso se trata, dejo un aparte para estas palabras enunciadas por la editora del libro, que desde la objetividad que le exige su trabajo, ante la interrogante de cuál fue el mayor reto a la hora de enfrentarse a esta propuesta expresó:

“Evelio es un pensador profundo e incansable, de amplia cultura, y un profundo estudioso de la obra martiana. Su amplia experiencia como intérprete y pedagogo lo llevó a cuestionarse posturas establecidas de la historia del instrumento y a ofrecer otra visión de esa historia, que toma como centro a las personas que la construyen: los instrumentistas, los virtuosos compositores, los luthiers... Todo ello basado en la concepción martiana de la Sentimentalidad, que articula el discurso de todos los capítulos. Su incansable curiosidad investigativa lo lleva a repensar y ampliar sus propuestas, y quizás el reto mayor estuvo en ayudarlo a concretar y cerrar las ideas que integran el texto”.

Así, en comunión de esfuerzos y alegrías ante el reto logrado, para quienes se acerquen al libro, que en estos momentos ya se puede descargar en la plataforma Sandunga, queden estas palabras  también de su editora Carmen Soto:” Es un libro escrito con mucha pasión y empatía, que reflexiona —desde su propia historia de vida y desde la experiencia con la que ha guiado a incontables estudiantes— sobre el camino que recorre el músico para convertirse en artista que busca la excelencia. Se centra, más allá de dificultades físicas o técnicas, en aspectos emocionales y psicológicos que suele enfrentar ese instrumentista en formación (desde el niño hasta el profesional). Y digo instrumentistas, porque se trata de experiencias trasladables a todos los músicos-artistas, eternos aprendices, más allá de su especialidad. Pensar-Sentir: el violín y yo, puede ir más allá y llegar, incluso, a todo aquel que decida emprender un camino de crecimiento personal —en cualquier ámbito—.Este, puede encontrar en él, guías o puntos de referencia para sortear dificultades y lograr los objetivos que se proponga.

De esa manera, como ejercicio para y por la vida, se incluye por derecho propio, Pensar-Sentir: el violín y yo, a la valiosa nómina de bibliografía cubana, referente preciso y necesario también allende los mares. Gracias al equipo del Cidmuc, y una vez más a Evelio Tieles por regresar desde la experiencia vital que significa hacer y sentir la  música.