Presente el cortometraje en celebraciones por aniversario 64 del ICAIC


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Tal como inició las celebraciones por el aniversario 64 de su fundación, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC, escogió para la clausura de las mismas la presentación de nuevos materiales que engrosan el patrimonio cultural de la nación; en particular, del séptimo arte, principal propósito de la gestión que dirige este organismo desde el 24 de marzo de 1959.

A las 7:00 pm del próximo sábado, el Cine Chaplin acogerá la premier de cuatro cortometrajes, tres de ellos producidos con el apoyo financiero del Fondo para el Fomento del Cine Cubano, cuya creación constituye, precisamente, uno de los más recientes logros que la institución festeja en el nuevo cumpleaños.

Beneficiados por el FFCC, son los titulados #Habanalike, de Giselle Lominchar; La Campaña, de Eduardo del Llano y Tartessö Dune, de Josué García Gómez; mientras que, de forma independiente, la joven realizadora Karen Sotolongo pudo llevar a la pantalla grande Guantes sin ring.

Al igual que La Campaña, #Habanalike es un corto de ficción, en el que la también actriz y guionista aborda el tema de las redes sociales, fenómeno al que en el momento de escribir el texto le hacía rechazo, según expresó en un encuentro de los en su gran mayoría noveles cineastas con la prensa.

“Obviamente, la serie Black Mirror fue un referente. Soy fanática de ella y me dije que quería escribir algo así, pero adaptado a la realidad cubana”, destacó entonces.

Para Eduardo del Llano, el más experimentado entre estos realizadores, la Campaña de Alfabetización fue el punto de partida para abordar, con el sagaz sentido del humor que lo caracteriza, la aparición de cierta doble moral en nuestra sociedad, empeño para el que contó con las actuaciones de figuras también ya reconocidas, como Luis Alberto García, Tahimí Alvariño y Daniel Romero, entre otras.

“Pero yo no intentaba burlarme de la épica de la Campaña de Alfabetización, todo lo contrario. Quise utilizarla como contexto para hablar de que las mejores causas pueden conducir a pésimos resultados o, por lo menos, que no se pueden encasillar todos los casos en un dogma preconcebido”, apuntó para luego reconocer el antecedente que en cuanto a fotografía tuvo en este filme El brigadista (1977), de Octavio Cortázar.

Enmarcada dentro del llamado cine experimental, Tartessö Dune fue parte de la tesis de grado de Josué García Gómez en la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audivisual, FAMCA, hacia la cual se sintió atraído tras haber tenido durante algún tiempo su medio de expresión en las artes visuales, de las que resulta evidente deudor el material que ahora presenta.

La tesis en cuestión fue un trabajo sobre el archivo fílmico y el metraje encontrado o found footage, categoría esta última a las que pertenecen algunos segmentos del corto, rescatados de la basura tras la desaparición de dos cines clubs en el poblado villaclareño de Caibarién.

“Me interesaba mucho la idea de contar una historia sobre una civilización perdida que es Caibarién, el pueblo donde yo nací. Siempre tuve en mi cabeza el mito de la Atlántida que es, además, una alegoría, tal como quería contar la película. Me interesaba que el título fuera alegórico, como un de un lugar mitológico, no llevarlo directamente hacia Caibarién que, aunque es el punto de partida del corto, tiene un tema más universal”, explicó García Gómez en el encuentro con la prensa.

En España ha realizado su formación profesional Karen Sotolongo, joven cineasta autora del único cortometraje documental que se presenta en esta ocasión, el cual versa sobre un grupo de boxeadoras que, durante años, mantuvieron la esperanza de que en nuestro país se legalizara la práctica de esta modalidad del deporte de los puños, situación que se resolvió en diciembre del pasado año, cuando ya la película estaba lista para su estreno.

 “En un primer momento fue un shock, por supuesto; pero creo que fue lo más lindo de todo porque le dio un punto de giro al final de algo que era muy triste, muy triste y ahora ves que se logró. Es como un gran alivio de que no estamos equivocados en lo que estamos haciendo, de que se pueden lograr cosas; mejorar todo lo que existe, principalmente para la mujer cubana”, señaló la realizadora.

Una vez presentados, los cuatro cortometrajes se mantendrán al día siguiente en la cartelera del Chaplin, exhibiéndose a partir del próximo 30 de marzo en el Multicine Infanta.


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