Para muchas generaciones, Radio Progreso ha sido la emisora que ha acompañado a no pocos de nosotros durante la niñez. Recordaremos entonces, como nuestras madres y abuelas se emocionaban escuchando la radio mientras hacían las labores de la casa; por lo que el desvelo y la constancia de miles de trabajadores por preservar la vigencia de este patrimonio cultural, es un esfuerzo que agradecemos.

"El Progreso Cubano" como se dio en llamar esta estación radial tras su fundación en 1929, luego de varios años y por decisiones estratégicas, decidieron darle el nombre con el cual todavía hoy se identifica: Radio Progreso: La onda de la alegría.

Comenzó siendo una emisora de baja potencia, que transmitía música española, mexicana y argentina. Luego, durante los años 30 se aumentó su potencia y la programación, y para fines de los 40, Radio Progreso era una emisora nacional, con espacios variados y transmisión las 24 horas.

Conocida también como la emisora de la familia cubana por ir con el paso y los avances de estos tiempos, se posicionó en el corazón de las personas dada la programación pensada para cada miembro de la familia - la infancia, la adolescencia, los jóvenes, los adultos y el adulto mayor, incluso con espacios solamente para la mujer. Esto hizo que Progreso fuera un suceso de permanente interacción entre las diferentes generaciones que convergen en esta ciudad. Deviniendo en fuente de sabiduría y vitalidad, acogiendo en su seno a todos los que están dispuestos a transitar con ella en la búsqueda de nuevos oyentes.

Hoy constamos con una programación informativa fortalecida y en la que se incluye un número importante de boletines, noticieros, comentarios periodísticos sobre temas de actualidad y revistas de corte informativo y musical. Todo ello provocó que la audiencia se fortaleciera y aumentara considerablemente, lo que hizo que este espacio rápidamente ganara el favor del público.

Programas como: Juventud 2000, Alegrías de sobremesa, La discoteca popular, Nocturno, La novela de las dos, Clave 830, Epigramas y Ritmo, además del legado de importantes personalidades como de Alberto Luberta, Eduardo Rosillo, Marta Marcer, entre otros, han hecho del edificio Infanta 105; lugar donde está enclavado los estudios de Radio Progreso y en el que se estableció la transmisión a partir de noviembre de 1953; una institución emblemática cubana.