Cuando se habla de los más destacados artistas visuales del centro de la Isla, se hace imprescindible mencionar el nombre del pintor, dibujante y grabador Rafael Cáceres Valladares (Cienfuegos, 1956); quien, unido a su obra personal, ha desarrollado un intenso quehacer como profesor y especialista principal del Taller de Grabado de la Perla del Sur.
Acerca de su más reciente quehacer, accedió gustoso a conversar con el Blog Cubarte el también organizador de eventos tan importantes como la Feria de la Estampa y el Concurso Nacional de Colografía Belkis Ayón.
Acostumbrado a hacer del taller una parte importante de su vida cotidiana, ¿cómo enfrentó el período en que tuvo que estar alejado de él a causa de la Covid-19?
“En esta nueva etapa, o sea, desde mediados del mes de enero hasta la fecha, he venido trabajando en la dirección de Consejo Provincial de las Artes Plásticas, labor que no me ha alejado de mi trabajo creativo.
Una nueva carpeta de grabados, realizados al linóleo, pero utilizando el chine collé fue lo que hice en estos meses. La idea original era inaugurar una exposición por mis 40 años de graduado en la ENA, la cual se materializaría en una de nuestras instituciones, dentro del programa oficial de la Feria de la Estampa, lo cual no pudo concretarse a causa de la pandemia. Entonces, con otra curaduría, y con otros objetivos, la realicé en un espacio interior de mi vivienda, con el título Delante del espejo”.
Como artista, Ud. se expresa tanto en el dibujo, como en la pintura o en la gráfica. Dentro de ellas, destaca el lugar que le ha dado a la gráfica en su obra. ¿Qué lo atrae, en particular, hacia esta manifestación?
“Estudié grabado en la Escuela Nacional de Arte, donde me gradué en julio de 1980. Estuve un buen tiempo dibujando. Era lo que más hacía en aquellos años.
Me considero un mal pintor, aunque en la década de los 90, cuando aún era mucho más difícil conseguir los recursos mínimos para crear, realicé una gran cantidad de trabajos utilizando el pastel semigraso sobre el cartón de las cajas que se usan en el embalaje de equipos electrodomésticos.
En aquel entonces no existían condiciones en Cienfuegos para trabajar diferentes técnicas de grabado. Todo esto cambió en un momento y fue, a partir de 1995, cuando a través de la filial del Fondo Cubano de Bienes Culturales en Cienfuegos, se compraron dos tórculos en Ciego de Ávila.
A partir de ahí tracé una estrategia de desarrollo de esta manifestación, invitando a Cienfuegos a los mejores grabadores de Cuba en esos momentos. Entre ellos estuvieron Belkis Ayón, Agustín Bejarano, Rubén Rodríguez, Ángel Ramírez, Francisco Bernal, etc.
El grabado apareció así de nuevo en mi camino, dedicándome básicamente a la colografía, la linoleografía y la monotipia; trabajo que cogió un impulso mayor en el año 2007, con la donación realizada por el artista Alexis Leiva, KCHO. Esto posibilitó la creación del taller de grabado e imprimió un giro tremendo a mi trabajo y a mi vida como artista, ocupando la gráfica ya la importancia mayor”.
La Magdalena.
En alguna ocasión Ud. ha expresado que necesita nutrir su obra del día a día para alejarse de una reproducción de imágenes simplistas. ¿Cómo se manifiesta esto en su obra más reciente?
“Siempre he dicho que el arte tiene que reflejar lo cotidiano, elevar a categoría artística las circunstancias que te rodean; que el verdadero ARTISTA es aquel que con todas las herramientas propias del arte debe trasladar a imágenes, atropos visuales, a símbolos, su realidad objetiva.
Pienso que el artista debe ser un cronista de su época, manejándola a su gusto; pero devolviéndola en imágenes y símbolos; en visualidades estéticamente aceptadas por el posible espectador de la obra.
Ud. ha sido uno de los artistas invitados a participar en la exposición «Caprichos gráficos», con la que las artes visuales reanudaron recientemente en Cienfuegos sus acciones públicas, tras la aparición de la Covid-19 en el país. ¿Qué obras seleccionó para esta ocasión y por qué?
“Para este loco e inesperado proyecto expositivo realizado en mi casa, con la curaduría de Lidia María Álvarez, especialista del Consejo Provincial de las Artes Plásticas, mi esposa y yo seleccionamos una parte de la Carpeta de obras realizadas con la técnica del linóleo, pero impresas al chine collé; serie que ha continuado creciendo. Son más de 30 obras en pequeño formato, donde recreo diferentes composiciones realizadas anteriormente, pero con otras técnicas vinculadas a la estampación”.
El sueño.
El nuevo coronavirus impidió que en abril se efectuaran en Cienfuegos la XIV Feria de la Estampa y el IV Concurso Nacional de Colografía Belkis Ayón, eventos que cuentan con el auspicio de la Sociedad de Gráfica de Cienfuegos, encabezada por Ud. ¿Qué valoración han hecho sobre el particular, teniendo en cuenta que son de los pocos eventos dedicados a la gráfica en el país?
“La posposición por la pandemia de la XIV Feria de la Estampa y del IV Concurso Nacional de Colografía Belkis Ayón en Cienfuegos, de alguna manera nos afectó en el plano organizativo y en la proyección local y nacional.
Ambos eventos ya han cogido fuerza en el movimiento de artistas grabadores, pese a las enormes dificultades que estos tienen por la escasez de los materiales indispensables para la materialización de cualquiera de las técnicas de esta antigua especialidad, siendo la limitante mayor el buen papel para imprimir.
Se establecieron estrategias nuevas por parte de nuestros especialistas del Consejo Provincial de Artes Plásticas y de su Comité Organizador, proyectando para el próximo año como un evento internacional el Concurso Belkis Ayón; proyecto en el que ya se dan los primeros pasos, debido al gran interés que ha adquirido por parte de muchos artistas”.
Tikito.
¿Cómo valora Ud. el estado actual de la gráfica en Cuba y, en particular, en Cienfuegos?
“Pienso que la gráfica en Cuba está bien viva, pero carente de una proyección socializadora mayor. Esto se lograría, no solo con eventos provinciales o nacionales, sino utilizando con mayor estrategia las academias de arte existentes en el país; apoyando con más recursos, no solo a estas áreas de estudios, sino también a través de tiendas donde se vendan los recursos imprescindibles para su desarrollo.
De concretarse ese apoyo, se produciría un boom mayor, dada la cantidad de talleres individuales y de artistas que están varados, lo que constituye un gran freno a la creación gráfica, pese a los destellos pálidos que han dado los talleres estatales.
Es preciso reconocer el tremendo apoyo del artista Alexis Leiva Machado, KCHO, creador en varias provincias de talleres de grabado, expandiendo con ello la superación profesional de muchos creadores del interior del país.
Y no solo esto, sino que se comenzó a socializar una manifestación que, por su naturaleza; esa, la de multiplicar el original, puede comenzar a establecer lo que no existe en Cuba y llaman coleccionismo, llevando esta gran producción a distintas instituciones, a las casas, etc.
Si se quieren conocer las potencialidades que tiene en Cuba esta manifestación de las Artes Plásticas, hagamos un mapa con todos los talleres de grabado diseminados por la isla y un censo de los graduados en nuestras academias en esta especialidad. Pienso que, si se le da mayores seguimiento y aseguramiento, el grabado puede alcanzar definitivamente el lugar que le corresponde en el arte cubano”.
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