El compromiso de un hombre con su cultura será reverenciado del primero al cuatro de abril en la ciudad de Camagüey, cuando se halague el medio siglo de carrera profesional del artista y maestro Reinaldo Ángel Echemendía Estrada.

De reconocido prestigio como instrumentista y formador de generaciones, este imprescindible de la cultura popular y tradicional de esa central provincia ha trascendido por las demostradas capacidades para transmitir sus experiencias, apropiarse de conocimientos y crecerse en el entramado de expresiones artísticas; lo que lo ha convertido en ícono de la cultura camagüeyana, al tiempo que su afán de conocimiento lo llevó de la música clásica a la danza folclórica y popular, con excelentes resultados.

Luego de cincuenta años como artista, el graduado como músico en la Escuela Nacional de Arte (ENA), en la especialidad de clarinete, a diario ha dejado profundas huellas en generaciones de artistas; destacándose en su labor como profesor de enseñanza artística por más de tres décadas, su condición de fundador de la Escuela Vocacional de Arte (EVA) y de la Escuela Profesional de Música (EPM), así como su destacada labor investigativa en torno a temas relativos a festejos populares, expresiones danzarias y musicales, aportes sociales de las manifestaciones de la cultura popular y el presente y futuro de la música y la danza originarias del territorio y de la nación en sentido general.

A lo largo de su carrera ha recibido premios como compositor, arreglista e investigador, en eventos provinciales y nacionales, demostrando un especial dominio y conocimiento de temas medulares para el arte y la cultura cubana.

El Ballet Folclórico de Camagüey su consagración

En septiembre de 1991, respondiendo a una necesidad del territorio y a un marcado interés propio por conformar una agrupación que preservara y promoviera lo más autóctono de las expresiones populares en la provincia, Reinaldo Echemendía funda el Ballet Folklórico de Camagüey, formación músico-danzaria en la que ha puesto todo su empeño y conocimientos sobre temáticas vinculadas a la cultura de matriz africana, la cultura popular y las danzas, toques y cantos campesinos; llevando a esta compañía a un reconocido local, nacional e internacional, y haciéndola portadora del respeto de la crítica especializada dentro y fuera del país.

Sus exigencias lo condujeron a una preparación de altos niveles, logrando insertarse en el mundo profesional de la danza y el canto folclórico, y adquiriendo conocimientos académicos sobre creaciones coreográficas, cantos y danzas.

Su labor como director general del Ballet Folclórico de Camagüey lo han conducido hasta funciones como coreógrafo principal, profesor de folklore, músico y cantante folclórico, saberes que le engrandecen ante sus discípulos, en mayoría jóvenes artistas provenientes de diversos espacios sociales.

En relación con sus motivaciones para la creación de la compañía, el prestigioso artista comentó en una ocasión: “... están en el orden de la presentación, difusión y proyección de los aspectos más importantes de la cultura popular tradicional y en los patrimonios músico-danzarios de la cultura cubana en géneros como el Son, el Danzón, la Rumba y el Punto Cubano, por lo que son estos los pilares de nuestro trabajo...".

Entregado en cuerpo y alma al crecimiento profesional de la compañía, desde esta ha logrado importantes lauros en escenarios de Europa y América con obras como Cordonero, De La Habana vengo, a La Habana voy , Kimbámbula, Así es mi tierra, y Bedoya Soy, entre otras exitosas propuestas escénicas en las que aparecen reflejadas las diversas manifestaciones musicales y danzarias de esa región del país en diferentes momentos históricos (Espiritismo, Bailes populares, Complejo de la Rumba, y Afrocubano).

Para festejar los 50 años que el maestro Reinaldo Echemendía Estrada ha dedicado al arte, se ha conformado un programa (adjunto) en el que se involucrarán personalidades y agrupaciones de diferentes provincias cubanas en muestra de agradecimiento por sus muchos aportes.

La opinión de sus discípulos siempre parte del respeto y el cariño hacia quien, desde su gran corazón, ha trascendido los límites profesionales para convertirse en familia.

En ese sentido el carismático Wilmer Ferrán (director de la agrupación musical Rumbatá) expresó: "...a Echemendía le debemos mucho, desde la cultura camagüeyana, para la que ha sido un padre protector.

En mi caso particular le agradezco muchísimo de lo que hoy puedo mostrar con mi agrupación, a su lado entendí en profundidad de temas relacionados con las culturas africanas que hoy están en nuestro ADN como nación, del respeto a las tradiciones y de cómo hacer creíble el arte que hacemos...".

Otra de las artistas que comenzaron su paso por la escena de la mano de este consagrado maestro es la bailarina y coreógrafa Natalí León Recodé, quien en halagos y muestras de afecto dijo sobre su maestro:

"...gracias a él soy la artista que hoy veo, tener mi propia compañía (Latino Show) es también resultado de sus enseñanzas.

Él se convirtió en un miembro más de mi familia por su ejemplo, exigencia y humanismo.

Le doy las gracias por todo lo que ha aportado a la cultura cubana y por lo que aprendí a su lado, que ha sido una enseñanza muy útil para la vida..."