A pocos pasos de la céntrica avenida 23 se encuentra el Centro de Investigación de la Música Cubana (CIDMUC), sitio donde se recogen las esencias del desarrollo de esta manifestación cultural, que tanto nos identifica allende los mares.
En esa valiosa institución desde 1986, primero bajo la dirección del musicólogo Idalberto Suco, nació la Revista Clave. Desde sus inicios, indispensable publicación que incluye análisis, reflexiones, investigaciones, trabajos de campo e información sobre eventos de índole musical.
En la actualidad es la Msc. Laura Vilar, directora del Centro de Investigación de la Música Cubana, quien además lidera la ejecución de esta revista que cumplido sus primeros treinta y cinco años se propone andar nuevos rumbos en pos del estudio y desarrollo de la música de casa.
En tal contexto compartirnos criterios con la propia Laura Vilar.
¿Cómo asumir el presente de una publicación con tan amplia trayectoria?
“Lo primero es que cada número de la revista ha sido un nuevo reto, un acto de creación y siempre un motivo de celebración, una vez concluida cada entrega. Cada número cuenta su propia historia y pretende, o al menos lo intenta, reflejar las problemáticas que suceden en la música cubana en el momento de su génesis.
Nos sentimos privilegiados al poder asistir a cada entrega y poder conducir el proceso creativo que se requiere y con el que hemos podido contribuir a la reflexión de nuevos saberes sobre la música cubana y sus hacedores.
Cada número lo asumimos con el respeto que la propia publicación convoca. Cierto es que la historia de la revista es muy amplia y para todos los que conformamos el equipo d trabajo cada edición nos sube la vera, porque Clave es una revista que se gesta desde el pensamiento colectivo. Sus colaboradores la sienten suya, tanto, que nos han propuesto números completos. Fue así como asumí la dirección de la revista en 1998, con valentía; pero totalmente ajena a la realidad del nuevo rol a desempeñar, que es totalmente diferente al de autor.
El próximo paso fue estudiarla, entenderla y comprendí que Clave reflejaba el pensamiento de hombres y mujeres de cada momento de la vida cultural cubana por lo que, en su segunda etapa, tenía que continuar contando su propia historia en la voz de sus autores, y que debíamos ordenar ese pensamiento de manera tal que fuese sembrando un conocimiento temático, que podía ser histórico, docente, resultado de investigación, la presencia de saberes de los compositores e intérpretes… todo ello sin perder de vista que las páginas tuviesen la belleza de ilustraciones propias, obras plásticas complementarias del tema abordado, de manera tal que además del contenido propuesto, al ojear sus páginas, el lector respirase cultura. O sea, imagen y empaque, debían responder a los conceptos estéticos del momento; como mismo respondió el diseño en su primera etapa.
Desde el punto de vista editorial, asumimos Clave con un sentido de continuidad; no de ruptura. Por ello, el equipo de trabajo ha cambiado; pero la resultante no ha sufrido variaciones para el lector- consumidor. Por eso creo que el respeto a los creadores y colaboradores que siguen sintiendo la publicación como propia y la entrega incondicional del equipo de trabajo, son las llaves indispensables para asumir el presente de Clave”.
En tiempos de internautas, ¿cómo se repiensa Clave para llegar a mayor número de seguidores?
“Desde el 2000 ya se repensaba Clave para circular en el mundo digital. Se creó su sitio web que contiene todas las revistas publicadas desde 1986—casi todas agotadas—y son de obligada referencia bibliográfica. Actualmente, ya su plataforma tecnológica es obsoleta e intentamos migrarla hacia sistemas actuales, pues el mundo digital va a una velocidad que no siempre podemos alcanzar, y estos cambios conllevan altos costos.
Mientras alcanzamos este propósito, hoy colocamos la publicación en formato digital descargable en nuestro blog “Del canto y el tiempo”. Estamos pensando ubicarla en la nube, en las granjas tecnológicas que ofrece Etecsa como servicio para facilitar su seguridad y acceso. Esto, por supuesto, es un sueño aún, por lo costoso del empeño; pero no dejaremos de insistir y buscar vías de financiamiento para conseguirlo porque solo de los sueños se logran nuevas realidades. Somos optimistas y soñadores”.
En todos estos años, ¿qué alianzas institucionales ha establecido la revista y qué proyecciones tiene en ese sentido?
“Como ya te decía Clave nace del pensamiento colectivo de los que fueron nuestros maestros, musicólogos asociados al Centro Nacional de Desarrollo de la Música Cubana y la dirección de Música del Ministerio de Cultura, por lo que siempre estuvo relacionada con las universidades de La Habana, de las Artes y la Casa de las Américas; el Museo Nacional de la Música, las casas discográficas; pero sobre todo las alianzas han sido establecidas con músicos, musicólogos, periodistas, comunicadores, sociólogos, escritores, fotógrafos, ilustradores… muchos profesionales que son en sí mismos instituciones por sus saberes y aportes.
Si bien la revista se ha vinculado con asociaciones como IASPM –LA, debe ampliar más su proyección internacional. En ese sentido, ya en el año 2022, sus números salen con los requerimientos internacionales de una publicación científica para poder indexarla y así aumente su nivel internacional. Esta es una meta a la que vamos encaminando igualmente nuestros pasos”.
El CIDMUC como plataforma conceptual de la revista celebra su aniversario con la inserción de varias generaciones, ¿Cómo se teje esa interrelación en la publicación?
“Un hecho plausible dentro de esta historia es que la interacción y colaboración de especialistas del CIDMUC de diferentes niveles, experiencias y edades permite socializar miradas contemporáneas hacia la música con criterios que han sido la esencia de lo que hoy contamos.
La publicación abre sus puertas a jóvenes, incluso, a estudiantes destacados de la enseñanza superior de la música y la musicología. En ese sentido, Clave es una escuela en la praxis de la escritura con rigor y profundidad, a la vez que le sugiere al equipo de trabajo nuevas ideas, temáticas y soluciones que le ofrecen el colorido necesario y diverso a cada publicación, donde confluyen e interactúan diferentes generaciones que aportan conocimientos sobre su esencia: la música cubana.
Y así en medio de un camino que se fortalece en la propia medida que igualmente evoluciona el quehacer musical cubano, la revista Clave se impone nuevos retos de ampliar y diversificar saberes, los cuales quedan en manos de musicólogos, investigadores, sociólogos y otros especialistas sabrán llegar de la mejor manera tanto a entendidos como neófitos, pues el placer de hacer conocer y disfrutar la música cubana desde cualquiera de sus aristas, es un compromiso que va más allá del intelecto: es un compromiso que se extiende de cubano a cubano".
Deje un comentario