Uno de los sueños más acariciados por el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler, fue la creación de un centro docente para el rescate de los oficios que, de alguna manera, se iban perdiendo y que eran muy necesarios en el recate del patrimonio tangible. Así surge la Escuela Taller de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) “Gaspar Melchor de Jovellanos”, fundada en 1992 como parte del convenio de colaboración entre la Agencia Española de Cooperación Internacional y la propia Oficina del Historiador, con el objetivo primordial de crear jóvenes especialistas que rescataran los viejos oficios de la restauración un tanto olvidados, sumamente necesario ante el auge de los trabajos de rehabilitación de los inmuebles.
Desde entonces, esta idea se ha multiplicado por toda la urbe y también en otras ciudades patrimoniales de la Isla. Justo cuando estamos recordando el aniversario 79 del natalicio del Doctor Leal, en el Castillo de los Tres Reyes del Morro, se materializó un convenio de creación de un aula-taller adjunta a la escuela ubicada en el Centro Histórico habanero y que tendrá por sede el Parque Histórico Morro-Cabaña, otro sueño hecho realidad y un proyecto de vital importancia para el desarrollo y posteridad de los museos de carácter militar.
Firmado por Perla Rosales, Directora General Adjunta de la OHCH, y Eugenio Martínez Hernández, Director del Complejo de Museos Militares, se realizó la firma de este convenio del surgimiento de un espacio que llevará el nombre del propio Eusebio Leal.
Esta aula permitirá, en primer lugar, el acercamiento de jóvenes y no tan jóvenes a esas instituciones, con sus colecciones de inigualable valor patrimonial, testigos de hechos históricos de gran relevancia en la nación cubana. Además, constituirá una cantera y reserva de trabajadores, que será la fuerza calificada para el futuro, y garantizará la formación y capacitación de estas personas en los oficios que se vinculan a la preservación patrimonial.
Durante el encuentro se recordó aquel 16 de abril de 1986 cuando al Historiador de la Ciudad le fue asignada las obras de rehabilitación en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y más tarde, del Morro. Este fue un acto de consagración del joven Leal a la encomienda de la nación realizada a través del General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Así lo recordó Félix Julio Alfonso, Historiador Adjunto de la OHCH, quien en sus palabras reconoció que es muy significativo que esta antigua relación de hermandad entre la OHCH y el Complejo Militar Morro-Cabaña, que tiene ya más de 30 años, pueda renovarse en este momento que tan necesario es tanto para la Oficina en la misión de continuar la obra y la tarea ilustrada de Leal, como para la obra que deben desarrollar los Castillos, los cuales hace mucho tiempo dejaron de ser aquel símbolo ignominioso de un pasado colonial y neocolonial, y se han convertido después de esa restauración en grandes complejos culturales.
Al evocar la figura de Eusebio Leal, Alfonso expresó que el sucesor de Roig es un discípulo intelectual y ético de esos grandes nombres de la historia y de la cultura cubana (José Agustín y Caballero, Padre Félix Varela, Mendive, Rubén Martínez Villena, Julio Antonio Mella, Antonio Guiteras y, por supuesto, Fidel y Martí).
“Creo que hechos como este, la creación de esta aula, son las que se necesitan en este momento para nuestro país. El momento en que el Presidente de la República tanto aboga por unir la ciencia y el trabajo, porque las empresas busquen las reservas científicas que hay dentro de ellas. En este caso, en lo que nos corresponde a nosotros, estamos formando la semilla de los futuros restauradores de la ciudad antigua”, concluía Félix Julio Alfonso.
La Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos” desde su apertura no ha detenido la labor formadora de numerosos jóvenes, los cuales oscilan entre los 18 y 21 años, quienes desarrollan labores en los talleres de cantería, forja, vidriería, pintura mural, carpintería y cantería, entre otras especialidades, de cuyas manos han brotando importantes obras para los nuevos edificios que se intervienen.
Los alumnos graduados pasan a desempeñar su vida laboral en la OHCH, lo que ha posibilitado garantizar la ocupación de numerosos jóvenes en edad laboral radicados dentro y fuera del territorio de La Habana Vieja.
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