El verano viene marcando un punto culminante dentro de las celebraciones que durante el actual año se ha propuesto realizar el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC, a propósito de haber arribado en marzo pasado a los primeros 65 años de existencia.
La octava edición del Festival de Cine de Verano, evento con el que la institución se suma desde hace algunos años a las acciones recreativas de la etapa estival, es la excusa que esgrimieron sus directivos para preparar un sinnúmero de propuestas que van más allá de la consabida proyección de películas, como vía para lograr que el público retorne en mayor medida a sus salas, suplantadas en los últimos tiempos por las alternativas que, en la comodidad del hogar, ponen al alcance de todos las nuevas tecnologías.
“¡Vamos al Cine!” es el slogan que muy apropiadamente encabeza dicho programa, cuyo núcleo está formado por más de doscientas películas cubanas y extranjeras, las cuales están agrupadas en veinticinco ciclos temáticos, así como estrenos que, al igual que otras producciones, llegarán a las 160 salas activas en el país, lográndose una cobertura muy superior a la de años recientes.
Los miércoles fueron añadidos a la cartelera habitual que, en el Yara, dedica ese día a los estrenos, mientras que en el resto de los cinematógrafos anuncia películas cubanas que cumplen aniversarios significativos, entre ellas “De cierta manera” (50) y “Retrato de Teresa” (45).
El emblemático cine capitalino sirve también de escenario a presentaciones especiales, espectáculos circenses y teatrales; abriendo una vez más su espectro al deporte con la transmisión en vivo de la Eurocopa - opción que compartirá con el Acapulco- y posteriormente de las Olimpiadas.
En cuanto a los ciclos, los hay para todos los gustos y edades, siendo algunos de ellos “Vibra con la pantalla”, dedicado a los musicales; “Amores al límite”, “Mi mundo imaginario”, con películas fantásticas e “Inteligencia artificial”, que, especialmente destinado a los más pequeños de casa, incluye la serie “Ciberdanz”, producida por los Estudios de Animación del ICAIC.
La reactivación del Cine Club “Sin fronteras”, en el Riviera; así como la proyección en varios municipios habaneros de películas con audiodescripción, concebidas principalmente para personas con deficiencias visuales, son otras de las opciones que se ofrecen en el verano.
Novedosos en esta etapa, son los encuentros de las mañanas de los lunes en la Sala Héctor García Mesa del ICAIC con personalidades del cine cubano, así como las actividades que, en la propia sede de la institución, realizan con los niños, sensibilizándolos desde edades tempranas con la magia del séptimo arte.
Así marcha esta octava edición del Festival de Cine de Verano, un evento que demuestra el modo en que se pueden sortear las dificultades materiales cuando al igual que las temperaturas se elevan la creatividad, el sentido de pertenencia y los deseos de servir al
público.
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