El primer trimestre del año es un período especialmente satisfactorio para los amantes de la música, profesionales o no, ya que es el momento en que suceden tres de los más esperados eventos musicales en Cuba.

Luego de dos exitosas celebraciones como fueron los festivales Jazz Plaza (enero) y el de la Salsa (febrero), marzo le abrió las puertas al Festival Internacional Fiesta del Tambor “Guillermo Barreto in Memoriam”, evento de altos quilates que concluyó la víspera con un excelente concierto en el que compartieron escena dos leyendas de la música cubana: Los Muñequitos de Matanzas y Alexander Abreu y Habana D´Primera.

Durante una semana el carismático Giraldo Piloto (presidente del Festival) logró reunir en espacios habaneros a imprescindibles de la música cubana contemporánea, consagrados instrumentistas, respetados maestros, motivados estudiantes y populares agrupaciones para satisfacer, en gran medida, las expectativas de un público conocedor y necesitado de encontrarse con sus ídolos.

Competencias de baile de Rumba y de Casino, clases magistrales sobre la Rumba mimética y danzas de matriz Arará y un concurso para la ejecución de las congas (tumbadoras), pailas y batería (el último solo para profesionales), fueron las principales acciones de las que se benefició, sobre todo, el arte y la cultura cubana, con una iniciativa loable que cada año devuelve la confianza en que no desaparecerá esa parte de nuestra historia cultural.

Los principales escenarios para el desarrollo exitoso del programa fueron el Salón Arcos de Cristal y los Jardines de Tropicana, la Casa de Cultura Joseíto Fernández de Centro Habana, el Teatro de Variedades América, el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), el Callejón de Hamel y otros espacios en los municipios Regla y Guanabacoa.

Un lugar para el Jazz dentro del gran Tambor

Porque las sonoridades que emanan de los instrumentos de percusión forman parte de la identidad de esta tierra y se entremezclan en ritmos y melodías con los sonidos de implementos más occidentales, el Festival abrió puertas al Jazz y sus libertades, logrando dos espectáculos de lujo con una pléyade de estrellas nacionales como protagonistas.

Maestría, destreza, compromiso y virtuosismo son las cartas de presentación de los jazzistas Roberto Fonseca y Jorge Luis Pacheco, quienes al frente de formatos diferentes llenaron a tope la Sala del MNBA en sendos conciertos que superaron lo que esperaba el público allí reunido que, llegado del varios lugares del mundo, vibrarron con sus ejecuciones.

Roberto Fonseca y la Gran Diversión.

Jorge Luis Pacheco

Cubanía total, me atrevo a adjudicar como calificativo para ambas presentaciones en las que como elemento común el baterista Ruly Herrera demostró destreza, conocimiento y brillantez en la ejecución de repertorios diferentes, pletóricos de emociones que traducidas en melodías arrebataron ovaciones a quienes colmamos el espacio durante las noches del siete y ocho de marzo.

Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, el Salón Rosado de la Tropical se convirtió en espacio para agasajar a las féminas percusionistas y hasta allí llegaron las integrantes de la agrupación folclórica Obniní Batá, demostrando una vez más que no hay imposibles en el mundo del arte para ellas.

Entre los invitados especiales a esta gran fiesta estuvieron el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba y el Cabaret Tropicana, añadiéndole brillo y elegancia a la espléndida celebración.

Conjunto Folklórico Nacional de Cuba

Cabaret Tropicana

Las banderas de la Rumba Cubana en las mejores manos

Cuando hay legado, hay historia y esa se defiende con el corazón, lo que justamente demuestran los integrantes de dos de las más sólidas y reconocidas agrupaciones rumberas de Cuba, también presentes en la edición 21 de la Fiesta del Tambor: Los Muñequitos de Matanzas y Rumbatá.

Limpieza, fuerza y espectacularidad son elementos comunes entre ambas formaciones, aspectos demostrados en cada una de las presentaciones protagonizadas por ellos durante esta celebración.

De los matanceros queda muy poco que decir, porque a lo largo de sus 72 años han sabido convertirse en el estandarte del género Patrimonio Inmaterial de la Cultura Universal, defendiendo la herencia de la familia Ramos que lidera el patriarca Diosdado, director de la agrupación.

Por su parte los camagüeyanos guiados por el ex bailarín, percusionista y cantante Wilmer Ferrán, volvieron al reencuentro del público capitalino con una propuesta renovada, en la que se mantienen vivas las peculiaridades que los hacen únicos.

Impresionante trabajo vocal, singular conformación musical en la que se entrelazan instrumentos propios del género con otros ejecutados en otros estilos, en este caso dispuestos de manera que los efectos logrados no dejan espacio para la duda desde el primer acorde.

La alegría y elegancia de sus bailarines y la ejecución de un repertorio que desde el respeto por los patrones más auténticos dan un sabor diferente a la Rumba, acercándola a los códigos de estos tiempos, es la bandera que enarbola Rumbatá.

Un evento diferente

Aunque las esencias de la recién finalizada Fiesta del Tambor se han mantenido en cada edición, esta tuvo aspectos novedosos que la hicieron diferente.

El homenaje a grandes músicos fallecidos en fecha reciente, como Adalberto Álvarez y César "Pupy" Pedroso.

Al escenario del Teatro de Variedades América llegaron las formaciones que lideraran esos grandes de la música cubana, demostrando la continuidad de sus legados.

Otra de las nuevas iniciativas llegadas a la cercana edición fue la presencia de un artista visual, quien en performance con las antes mencionadas agrupaciones dejó plasmado en excelentes obras los rostros de los maestros.

Arley Valdés impresionó a los sucesores de Adalberto Álvarez y Pupy Pedroso con sendos retratos creados al unísono con la música ejecutada por sus sucesores.

Retrato dedicado a Pupy Pedroso.

Esta edición del Festival Internacional Fiesta del Tambor "Guillermo Barreto in Memoriam" ha dejado muy buen sabor en quienes defendemos y respetamos la identidad sonora de la Isla, lo que quedó demostrado en la respuesta del público a cada una de las propuestas.

Será esta una iniciativa que siempre habrá que agradecer a Giraldo Piloto.