Hace un año publiqué esta reseña que acrecienta su vigencia a partir de la creación en el Imperio del Grupo de Tarea de Internet para Cuba.
Como parte de la Feria Internacional del Libro de La Habana, el pasado 12 de febrero ( 2017) y con la presencia de su autor, el destacado intelectual Ignacio Ramonet, fue presentado en La Sala Nicolás Guillén de La Cabaña, el necesario libro El imperio de la Vigilancia.
Estos ensayos escritos con un lenguaje claro, confeccionados según el autor con información libre y disponible, llegan a los lectores cubanos –un poco más de un año de su primera edición en francés– gracias a su publicación por la Editorial José Martí y la sesión de los derechos de la Editorial Galilée.
El libro, con un formato de minitableta, carátula blanda y con 164 páginas, estará disponible en varios espacios de la Feria a solo 12 pesitos, una minucia comparada con los EUR 16,00 con los que se compra en La Red ( Amazon Premium y Librería casadellibro.com). Además, se publicará por partes en Cubaperiodistas y se anunció que a partir de abril se brindará en formato PDF en las carpeta del programa La Pupila Asombrada.
El imperio de la Vigilancia es hijo del de Michel Foucault Surveiller et punir de 1975 y hermano –entre otros también necesarios– del editado en el 2001 por el ICL, Propagandas silenciosas (masa, televisión y cine), complementado por la conferencia Un delicioso Despotismo, ofrecida por Ramonet en el Karl Marx en febrero del 2002, con la presencia de nuestro inolvidable Fidel.
En el capítulo III, dedicado a las revelaciones de Edward Snowden, se nos informa sobre el “robo de datos más colosal de la historia”, el programa PRISM con el que la NSA accede a los servidores de AOL, Apple, Facebook, Google, Microsoft, Paltalk, Yahoo, Skype y YouTube. Una información que proveemos como internautas, pero sin el control acerca de su uso.
Pero como advierte el coautor de Cómo nos venden la moto, la CIA o la NSA no son las únicos que nos vigilan. Las grandes compañías de Internet sacan enorme provecho económico al venderle a otras empresas, sedientas de conocer las preferencias y comportamientos de sus consumidores, la ingente masa de información acumulada con esta “recolección a granel”.
El periodista, concluye: “Sin que nos demos cuenta, estamos siendo cada vez más observados, espiados, vigilados, controlados, fichados. Cada día se perfeccionan los ҅chivatos҆ tecnológicos integrados a los teléfonos móviles, tarjetas de crédito o geolocalizadores”. Nuevas tecnologías para el rastreo de nuestras huellas, de nuestros clics, nuestros likes, nuestra búsquedas en La Red y la gestión de estos datos masivos (Big Data).
“Cuando algo se puede predecir también se puede programar” alertó Ramonet. Una tesis evidenciada por el Brexit y en las últimas USA-elecciones. A la par, Rosa Miriam Elizalde recordó en la presentación del libro que el multimillonario-presidente, D. Trump, pagó más de 5 millones a Cambridge Analitics para que a través de las bases de datos comerciales y el análisis de redes sociales construyese un perfil psicométrico personal de cada adulto de Estados Unidos y redirigir su campaña presidencial.
En la presentación el ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez expresó: “Todavía vemos lo fenómenos culturales, ideológicos, como algo inofensivo o trivial. ¡No! Esta es una maquinaria implacable para eliminar toda causa legítima, todo vestigio del tradicional humanismo, que tanto tiene que ver con la Revolución cubana, con Martí y con Fidel”.
Un imperio de vigilancia y dominación, a resistir y enfrentar con la fe en la victoria de Fidel, quien nos legara: “Lo único que no podemos sacar de todo esto es el menor átomo de pesimismo” porque “el sistema que se trata de imponer en la actualidad está lleno de brechas”. “Si hace diez años se hablaba del fin de la historia, hoy puede afirmarse que estamos en el comienzo de la historia, de otra historia”.
(Publicado en Febrero del 2017 en El Periódico Cubarte)
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