El Museo de Arte Contemporáneo de La Habana (MAC/La Habana) es una vieja aspiración de los artistas cubanos, gestores, curadores, instituciones y la ciudadanía. Esta exposición sobre el futuro museo, con diferentes visiones aportadas por cinco equipos de arquitectos cubanos, contribuirá a la reflexión, el debate y servirá como catalizador de este empeño.

Un principio para todos los participantes es el concepto de que el primer objeto museable de la institución es su propia arquitectura; la cual, además, jugará un papel destacado en el contexto urbano en que se ubique. La concepción plural de los proyectos, su adaptabilidad a los lenguajes del arte de hoy, no puede dar la espalda a los desafíos y controversias en torno a la labor del arquitecto y a un tipo de arquitectura de espectáculo asociada a los grandes museos. La forma en que se construyen los mega contenedores del arte en el mundo y la obsesión por el carácter simbólico de estas construcciones han generado no pocos cuestionamientos. Sin embargo, en nuestras visiones no pueden faltar aquellos proyectos que sigan el espíritu de los constructivistas rusos, ni las estrategias de la Arquitectura Radical de los 60, que apostó por el valor cultural intrínseco de la edificación por encima de la sujeción estricta a una determinada función, así como el papel dinamizador de estas obras para su contexto inmediato y para toda la ciudad.

Desde esta perspectiva: ¿Qué museo queremos? ¿Qué tipo de emplazamiento nos interesa? ¿Cuáles son los desafíos de un proyecto como el MAC para la arquitectura cubana? Plantearnos una exposición de esta naturaleza es reconocer la labor del arquitecto como artista y destacar la urgencia de devolverle a la Arquitectura su lugar histórico, como madre de todas las artes.

En esta exposición, hay un espacio dedicado a las Escuelas de Arte. Estos edificios han sido el embrión de todos los intentos por crear una arquitectura que se conecte con las propuestas artísticas más actuales. En ellas se han formado y convivido varias generaciones de creadores cubanos que han marcado el devenir de las artes en la Isla. La fuerza de estas obras ha inspirado a muchos artistas del patio y extranjeros que han visto en estos emplazamientos el lugar ideal para pensar sus obras. El cubano Felipe Dulzaides lleva años en un proyecto de investigación que involucra a Ricardo Porro, Roberto Gottardi y Vittorio Garatti. De igual modo, las escuelas han sido motivación para artistas internacionales, participantes en las diferentes ediciones de las Bienales de la Habana, nos referimos a Gabriel Orozco, Héctor Zamora y Didier Faustino.

Esta exposición será un llamado de atención para no abandonar la voluntad imperiosa que tenemos de crear un Museo de Arte Contemporáneo. La realidad nos plantea este tema como necesidad impostergable.