La restauración del Museo Memorial Casa Natal de la heroína cubana Celia Sánchez Manduley (1920-1980), sito en este poblado oriental, avanza a pesar de las condiciones atípicas impuestas en primer lugar por la difícil coyuntura energética del país, y actualmente debido a la pandemia de la COVID-19.

Se trabaja de forma lenta, pero no ceja el empeño de devolver a la institución todo su esplendor y utilizar la colección que atesoramos para mostrar al público a una Celia auténticamente revolucionaria, cubana, amante y defensora de nuestro patrimonio, declaró Marbelis Terry Pérez, al frente del colectivo desde el año 2013.

Además de remarcar los indiscutibles valores arquitectónicos e histórico-culturales del inmueble –dijo- el nuevo montaje buscará presentar a la guerrillera en sus diferentes facetas de niña, adolescente y joven, e ilustrar cómo empezaron a canalizarse sus inquietudes políticas y revolucionarias.

Especial énfasis tendrá la recreación del entorno familiar y su influencia en la formación de la heroína, para quien fue determinante el ejemplo del padre, el doctor Manuel Sánchez Silveira, un hombre liberal, de amplia cultura e ideas avanzadas, señaló la especialista.

Subrayó la intención de contribuir a que las generaciones presentes y futuras puedan valorar correctamente a Celia, y así comprender el proceso mediante el cual se convirtió en una personalidad entrañable para toda Cuba.

Terry Pérez trabaja en el museo desde 2007 y aseguró que 13 años de experiencia allí le han aportado mucho para su crecimiento como profesional y ser humano.

Es una labor que plantea desafíos y demanda mucha responsabilidad, sentido de pertenencia, entrega y preparación, pues la vida y obra de la heroína están indiscutiblemente ligadas a la última etapa del proceso revolucionario cubano y a su líder histórico, Fidel Castro Ruz, resaltó.

La experta recordó que junto al centenario del natalicio de Celia, el 9 de mayo, el actual 2020 marcó otros importantes aniversarios vinculados a la figura de la querida combatiente, entre ellos el 40 de su desaparición física (11 de enero de 1980), y el 30 de la declaración de la casa natal como Monumento Nacional.

Con mucha antelación se habían proyectado diversas actividades que no pudieron realizarse por la situación epidemiológica del país, pero cuando las condiciones lo permitan, ya con la institución reabierta y el nuevo montaje, promoveremos otra jornada de homenajes a la flor más autóctona de la Revolución, agregó.