Desde el lobby del hotel Habana Libre, las notas del Coro Entrevoces, bajo la dirección de la maestra y premio Nacional de Música, Digna Guerra, antecedieron a la declamación del poema Mi bandera, obra del patriota cubano Bonifacio Byrne.

En su alocución el decano del Colegio San Gerónimo e historiador, Félix Julio Alfonso, rememoró los orígenes de la enseña nacional, que guió a los mambises en la lucha independentista y, en la contemporaneidad, acompaña a las brigadas médicas internacionalistas, creadores y deportistas de Cuba en todo el mundo.

Destacó la iniciativa del Grupo de Creación Artística Confecciones Loida, que supo captar la esencia del poema más alegórico a nuestra insignia nacional, para magnificarla en dimensiones sin precedentes ( 28 m de largo x 14 m de ancho), lo que representó un récord insular.

Perteneciente al Fondo Cubano de Bienes Culturales, el grupo que encabeza la creadora Loida Fernández Torres dedicó la hazaña, terminada a mediados del presente año, a los científicos, médicos y personal de la salud que incansablemente ha luchado contra la Covid-19.

Asimismo, Yaniel Díaz, jefe del colectivo Construcción Alpinismo Borao, detalló a Prensa Latina el arduo proceso de montaje y sujeción de la enseña, que requirió el empeño de más de 15 trabajadores para su anclaje a más de 126 metros de altura sobre el nivel del terreno.

A la ceremonia asistieron el viceministro de Cultura Fernando Jacomino y el vicejefe del departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Montesinos, junto a autoridades políticas y gubernamentales de la capital cubana.