El arte de pertenecer es la exposición colectiva que hasta el 15 de agosto venidero permanecerá en la galería Martha Machado del municipio especial de la Isla de la Juventud.

La muestra fue curada por el especialista Fredy David Rodríguez, quien parte de la mixtura y plurivalencia de 28 creadores de plástica, quienes signan su trato con la contemporaneidad.

Según el también crítico, el valor esencial de esta propuesta radica en conectar a los artistas visuales pineros, sin importar el lugar donde residan en la actualidad, homenajear y agradecer póstumamente a quienes ya no están y hacer loas a la desaparecida Academia de Artes Plásticas Wifredo Lam, espacio formativo de la mayoría de los participantes.

Quienes visiten la aludida galería por estos días podrán apreciar el modo en el que en un mismo espacio discursivo interactúan consagrados artífices de la plástica local, como Luis Ruz, Abelardo Hechavarría o Elías Heredia, con noveles figuras entre quienes destacan Leandro Mompié, egresado recientemente de la Universidad de las Artes de Cuba.

Agregó el experto que visualmente la muestra ensaya un caleidoscópico abanico de posibilidades expresivas, técnicas y conceptuales, con énfasis en la representación de la figura humana, tratada a veces desde el realismo, las deformaciones expresionistas o mediante aquellas interpretaciones que la extrapolan al surrealismo.

En el conglomerado de obras no faltan los tradicionales géneros del paisaje y el retrato, así como las diversas técnicas cerámicas, escultóricas e instalaciones, que mucho aportan desde la imagen y el discurso al solapado cuestionamiento social, la revalorización de la identidad individual y colectiva, la ironía y el humor, rasgos constitutivos de la idiosincrasia cubana, expuso.

Comentó que estamos asistiendo a un nuevo hito dentro de la plástica pinera actual, en el que las obras expuestas no son solo el reflejo de una compleja realidad social, sino también de una vocación de compromiso y orgullo, por ser hijo de esta “isla de islas”, a la que amamos más allá de las tormentas y los naufragios.

Inaugurado el 15 de julio último, es El arte de pertenecer, un arte para la emancipación colectiva y la reflexión social, un arte hecho de nostalgias, dolores y placeres, un arte para el mejoramiento de nuestra frágil condición humana, acotó.