La primera muestra antológica de la artista visual cubana Marta Pérez Bravo exhibe hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes de la isla una selección de 57 fotografías y 10 videoartes, como una panorámica de su trayectoria artística.
Del 13 de marzo al 15 de junio, la exhibición invita a adentrarse en el mundo de luces, cámaras, tonos monocromáticos, religión y maternidad, que ha marcado la obra de Pérez Bravo.
Firmeza, como refiere su título, ofrece una línea consecutiva tanto formal como conceptual por más de tres décadas de trabajo, conectada con la herencia cultural y las creencias religiosas de la santería caribeño-africana.
De acuerdo con la creadora, la exposición vincula temas como el espiritismo y la maternidad como vías para desafiar el culto a la belleza, desde las instantáneas y el audiovisual, el cual constituye una continuidad de su labor fotográfica.
Laura Arañó, curadora de la expo, señaló que el empleo en la obra de Pérez Bravo de una poética asociada a las prácticas religiosas afrocubanas, así como a los conceptos del espiritista francés del siglo XIX Allan Kardec, con una aproximación exclusivamente personal.
Caracterizada por la fotografía en blanco y negro, en la que utiliza generalmente su propio cuerpo como eje central, la artista destacó que no se ha dejado seducir por el color: 'No me interesa, quiero que el público se centre en la acción, en ese momento crucial, tampoco me interesa la manipulación digital de la imagen'.
Graduada en Pintura en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro en 1979 y en el Instituto Superior de Arte en 1984, la creadora descubre la divinidad oculta en todas las cosas, aún en los objetos cotidianos, por lo cual elige para su trabajo elementos familiares como ropa, ramas de árbol, vasos y animales.
'Mi obra no trata la ritualidad en sí misma, sino la esencia, es una interpretación muy personal de las cuestiones religiosas por cual creo que tiene una esencia autobiográfica aunque no es religión, es arte', señaló.
Pérez Bravo ha participado en decenas de exhibiciones personales y colectivas en todo el mundo, entre las cuales destacan sus muestras en varias ciudades de Estados Unidos y México, así como en Australia, Alemania, Hungría, Venezuela, Canadá y Dinamarca.
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