La historieta de Bélgica forma parte del patrimonio histórico-cultural de ese país y está presente aquí al inaugurar el mural “Blake y Mortimer”, dentro de la Semana Belga en Cuba, del 2 al 12 de noviembre.
El mural representa a los personajes Philip Mortimer, destacado científico británico, y a su amigo el capitán Francis Blake, pertenecientes a una serie de historietas creada por el escritor e historietista belga Edgar P. Jacobs.
La actividad es una coordinación entre el gobierno provincial de la capital cubana, la Oficina del Historiador de la ciudad, el Ministerio de Cultura, la Fundación Jacobs y el apoyo de la Región de Bruselas-Capital.
Dentro de la Semana Belga en Cuba también se desarrollará un panel titulado “Miradas cruzadas entre el manga y el cómic belga”, a cargo del editor de ese país Yves Schlirf y el teórico del cómic Thierry Bellefroid, en colaboración con la Embajada de Japón.
Bélgica es una plaza fuerte en lo que a historieta se refiere, un fenómeno cultural muy importante. El espacio franco-belga de la historieta se desarrolló mucho después de la Segunda Guerra Mundial.
“Blake y Mortimer” representa un clásico del género en esa nación y revivirla aquí en Cuba era uno de los anhelos de ambas naciones.
En conferencia de prensa realizada para anunciar el certamen, a celebrarse en Matanzas y en La Habana, el embajador de Bélgica en Cuba, Jean-Jacques Bastien, se refirió a que este año es muy peculiar por el aniversario 25 de un convenio entre las ciudades de Bruselas, capital del país europeo, y esta urbe caribeña.
También el agregado económico y comercial de la embajada de Bélgica en Cuba, Jean-Serge Dias de Sousa, explicó que estas expresiones artísticas durante la cita invitan a reflexionar y a aprender.
Quiero insistir sobre el hecho que conmemoramos este año, una ocasión muy especial para celebrar cinco lustros del acuerdo de cooperación entre Bruselas y La Habana, explicó Dias de Sousa.
La alianza ha sido clave para el desarrollo de nuestra comunidad, indicó, y gracias a ella hemos fortalecido los lazos en varias áreas; en 2001 abrimos la oficina comercial aquí en la embajada belga, pero también hemos fomentado el intercambio cultural y el entendimiento mutuo, recordó el funcionario.
Este aniversario es un testimonio del éxito logrado juntos y de todo lo que aún podemos construir para el futuro, manifestó.
Solo me queda invitar a participar con entusiasmo en esta Semana Belga, a ser parte de cada actividad y, sobre todo, a disfrutar de cada momento que hemos preparado con un real cariño, concluyó el agregado económico y comercial de la embajada de Bélgica en Cuba.
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