La exposición 50/70 (50 años de carrera artística y 70 de vida), del destacado creador de las artes visuales José Omar Torres (Matanzas, 1953), será inaugurada este miércoles las 4.00 p.m. en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), con curaduría de Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de esa organización y acreedora de los premios nacionales de Artes Plásticas 2019 y Curaduría 2000, respectivamente.
La apertura coincide con la celebración de las siete décadas de existencia del también escultor y grabador, de quien recientemente el Museo Nacional de Bellas Arte adquirió para su Colección la obra titulada Circulando la pandemia; acrílico sobre lienzo, de 95 por 152 cm, del año 2021, noticia que recibió su autor con extraordinaria complacencia y uno de sus más preciados regalos por su cumpleaños, el cual celebrará en la apertura en la sala Villena a las cuatro de la tarde.
Obras de José Omar Torres. Fotos tomadas del periódico Trabajadores
La producción de papel manufacturado constituye para José Omar una opción para el soporte de sus creaciones, en tanto deviene búsqueda de alternativas ecológicas para la producción del papel que utiliza en sus obras. El proceso de elaboración de este valioso recurso forma parte de la génesis de sus creaciones plásticas, para lo cual participan de forma activa los miembros de la familia (esposa, hija y nieto).
Su quehacer de pudiera clasificarse como exquisito contrapunteo entre la figuración y la abstracción; composiciones asimismo enriquecidas mediante puntuales alusiones al Tachismo o el Informalismo, donde la mancha de color recobra el protagonismo, convirtiéndola en una de las principales cualidades expresivas de la obra; de ahí que en ocasiones la inspiración le conlleve a inventar universos que reflejan conceptos complejos obtenidos desde la abstracción, la figuración e, incluso, el surrealismo.
Los trabajos en exhibición, realizados sobre papel manufacturado confeccionado por este artífice junto con su familia en su casa taller ubicada en la capitalina barriada del Vedado, forman parte de la producción artística de José Omar durante el año 2022.
Se trata de proyectos iconográficos que se caracterizan por un sólido magisterio en el dibujo, expuesto con ágiles y espontáneas pinceladas en las que adjudica a sus pinturas un carácter eminentemente expresivo; sobre todo en aquellas en las que se entretejen la figuración y la abstracción, práctica en la que ha sentado bases estilísticas muy bien definidas; expandidas sin compromisos estéticos ni con ismos contemporáneos.
Sus dibujos y pinturas transitan entre la síntesis y la antítesis, la abstracción y la figuración, para devenir creaciones que se combinan y complementan de forma armónica y natural; en tanto constituyen transcendente legado al arte cubano, no solo por la manera en que él entiende el acto de crear, sino también por el excelente uso que hace del color y la geometría, así como de las líneas y las manchas; amén de su interés por reverenciar la tradición artística vanguardista.
En éstos sobresale una amplia gama de tonalidades con el fin de representar texturas o calidades diversas que instan al observador a introducirse en lugares placenteros, casi oníricos, cuyas narraciones casi siempre aluden a nuestra insularidad, expresadas a través de arquitecturas precisas en las que resaltan sus emblemáticas torres, ejercicio de detalle, limpieza y muy bien estudiado uso de los pigmentos cálidos (rojos, naranjas, amarillos, ocres o marrones) y los matices fríos, con paletas en las que son recurrentes los azules en disímiles gradaciones, alusivas al mar –recurrente, espléndido, extenso, delimitador de nuestra geografía–, el cielo y la tranquilidad espiritual del mensaje que trasmite.
Este prestigioso artista concibe su arte como un camino que ha transitado de forma honesta, profundamente comprometido con sus sentimientos y emociones, así como con su amor al país donde nació; y ha sabido andar con los pies muy bien puestos en la tierra, consciente de las adversidades de su tiempo, mediante el impulso motor del color y la experiencia acumulada, al punto de hacer poesía esencialmente existencialista, en la que el paisaje urbano asume protagonismo temático, aunque alejado de la representación naturalista y académica.
José Omar, también vicepresidente de la Asociación de Artistas Plásticos, de la Uneac entre 2007 y 2019, posee sólida formación cultural y artística, fomentada a través de sus estudios en la Escuela Nacional de Arte 1968-1973 curso estudios de Historia del Arte en la Facultad de Filología de la Universidad de La Habana 1976-1978, y de curso estudios de Grabado en el Instituto Superior de Arte (hoy Universidad de las Artes) desde 1987-1989; además de director del Taller Experimental de Artes Gráficas (TEAG) durante 12 años, desde 1991hasta 2002; de ahí la contundente seguridad y disposición evolutiva en su carrera artística, concretada a partir del año 1973.
La curaduría, en la Sala Villena, de la Uneac, estuvo a cargo de Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de esa organización. Foto tomada del periódico Trabajadores
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