La Periquera, hoy Museo Provincial y Monumento Nacional, es una de las construcciones más emblemáticas de esta ciudad, distinguida por su amplia fachada neoclásica frente al parque central Calixto García, y por haber sido testigo silenciosa de su paso en el tiempo de Holguín que este cuatro de abril arriba a sus 300 años de fundado como pueblo.

Esta construcción, levantada en la segunda mitad del siglo XIX, fue sede del gobierno provincial, o sea Casa Consistorial, durante 106 años, entre 1878 y 1984, y desde sus balcones observó crecer la urbe a partir de la vieja Plaza de Armas y levantarse las principales edificaciones y erguirse, justo en frente, el cine-teatro Wenceslao Infante, hoy Teatro Comandante Eddy Suñol, representativa pieza del art decó cubano.

Desde esos mismos balcones, el 20 de mayo de 1902, el edificio vivió uno de sus grandes momentos cuando se desplegó desde el balcón central, por primera vez, la bandera cubana como parte de la ceremonia de constitución de la alcaldía de esta región.

Más de medio siglo después hablaría a los holguineros el Comandante en Jefe Fidel Castro, luego del triunfo revolucionario de 1959; y cada año, desde esos mismos balcones, se inauguran las Romerías de Mayo, Festival Mundial de las Juventudes Artísticas, que a inicios de ese mes invade la urbe.

Constituida como Museo Provincial el 25 de julio de 1976 y merecedora de la categoría de Monumento Nacional el 10 de octubre de 1978, exhibe en sus salas la historia holguinera desde las culturas precolombinas hasta la actualidad, así como piezas decorativas, documentos, numismática, filatelia, armas, objetos curiosos y obras de arte de pintores y artistas de prestigio internacional, como el maestro holguinero Cosme Proenza.

Entre las obras de singular significación se encuentra el Hacha de Holguín, objeto aborigen de uso ceremonial que se ha convertido en el símbolo de la provincia, además del Aldabón original de La Periquera, cuya réplica se entrega a personalidades de Cuba y el extranjero que han contribuido con el desarrollo cultural, científico y económico de la oriental localidad.

Hoy a 300 años de haberse declarado a Holguín como pueblo, este sitio se erige imponente y señorial como fiel testigo de su devenir, mostrando un ambiente renovador en sus espacios y mirando de frente al visitante que insiste en contemplar su historia.