La obra Hierro, del dramaturgo cubano Carlos Celdrán, revela pasajes poco conocidos hoy en la vida del Apóstol José Martí y su permanencia en las ciudades estadounidenses de Tampa y Nueva York.
“Durante la puesta en escena de Misterios ya Carlos ideaba la realización de esa pieza. Recuerdo que un día tras una función y, mientras me quitaba el maquillaje, me dijo con cara de iluminado: ya sé lo que haré, Martí”, afirmó el actor cubano Caleb Casas.
Fue entonces cuando el director y pedagogo contagió a los integrantes del grupo Argos Teatro con las lecturas y descubrimientos sobre el Apóstol, especialmente, en situaciones íntimas. Celdrán, Premio Nacional de Teatro 2016, conformó Hierro con los desvelos y preocupaciones del intelectual.
“Resultó una revelación y un compromiso porque, sin dudas, Martí es una figura prominente. La idea fue no representarlo literalmente, no estábamos buscando parecernos a él, sino que estuviera su esencia, alma y sensibilidad para no caer en estereotipos físicos”, expresó Caleb, protagonista de la obra.
Según el actor, el proceso investigativo descubrió al escritor de forma diferente a la imagen de la academia, los poemas y la heroicidad. La obra devela, por ejemplo, los problemas personales con su esposa, Carmen Zayas Bazán, el discurso social que le acompañaba y su proyección como ser humano.
“Una vez visité a unos amigos en la escuela San Alejandro y había un profesor de historia impartiendo una clase muy peculiar: sacó a los estudiantes al pasillo y contó de manera real y cercana el viaje de Martí a Haití. Esa misma impresión quisimos con Hierro y el público lo recibió muy bien”, contó.
Entre los textos seleccionados para su preparación estuvo El Martí que yo conocí, escrito por su amiga Blanche Zacharie de Baralt, en 1945. “La manera de mover las manos, el color y el tono de la voz y las modulaciones al hablar, todo lo descrito en el libro me ayudó”.
A juicio de Casas, el equipo concentró la puesta en situaciones específicas o estampas sobre determinados acontecimientos en el lapso de 1885 a 1892, así como los vínculos entre él y sus colaboradores emigrantes en la ciudad de Nueva York.
“Obviamente, busqué mi propia forma de decir, mirar, pensar y escuchar porque si bien lo reconocían por su torrente verbal, él escuchaba muchísimo y es de los aspectos que más trabajé. Fue un ser excepcional, extraordinario, dulce y humilde desde la impresión de sus allegados”, aseguró.
Además de Caleb, caracterizando a Martí, intervienen otros actores cubanos, entre ellos, Rachel Pastor en el papel de Carmita Miyares, esposa de Manuel Mantilla; Maridelmis Marín como Carmen Zayas Bazán; Daniel Romero, Mariana Valdés, José Luis Hidalgo, Abel López y Waldo Franco.
Deje un comentario