El próximo 15 de marzo el Comité Organizador del Festival Internacional de Videoarte de Camagüey (FIVAC), en su novena edición, hará pública la lista oficial de obras en concurso, el cual se postergó para el venidero mes de noviembre, para así realizarlo de manera presencial y no a través de las redes sociales como se había previsto para abril.

La curadora del certamen, la Doctora en Ciencias Teresa Bustillos, comentó a la emisora local Radio Camagüey, que la decisión se basa en el respeto al concepto mismo del evento, siempre desarrollado en ambiente de confraternidad y contacto directo entre sus participantes.

Al asegurar que es la propia ciudad un elemento indispensable de la cita, no se puede prescindir de ella, y por lo tanto es mejor desplazar fechas, pero una vez llegado el momento otra vez regresaría la emoción de converger criterios y conocimientos mediante sus espacios habituales.

Este año fueron presentadas 377 obras bajo la autoría de 280 artistas procedentes de 37 países, entre ellos, Japón, Lituania, Grecia, Israel, Alemania, Suiza, Argentina, Australia, Perú, Venezuela, Brasil, Canadá, Paraguay, Colombia, Estados Unidos, Granada y Cuba.

Aunque en noviembre serán las redes sociales y la propia página web del Festival, parte importante de las dinámicas, tal como en ediciones anteriores, el intercambio, la confrontación y la posibilidad que da FIVAC de ser un puente entre Camagüey y el mundo, no puede faltar, según aseguró al referido medio de prensa Jorge Luis Santana, presidente del Comité Organizador.

La resistencia, multiculturalidad y género, el arte en el mundo post pandémico: un giro de nuevo tipo, y el arte contemporáneo, la realidad simulada o la simulación de la realidad, son algunas de las temáticas que se abordarán durante la cita, como parte de las estrategias discursivas de la visualidad.

Cada dos años ese certamen deviene fraternal encuentro entre artistas, intelectuales, investigadores y curadores, quienes convierten a esta ciudad en el epicentro del análisis y desarrollo de los más modernos códigos de la creación contemporánea mediante el estímulo de los sentidos.