El arte emergente cubano tiene en Post-it. Arte contemporáneo cubano, una plataforma que lo defiende y vincula a sus creadores, al sistema de galerías e instituciones a nivel nacional.

Tras presentar los ganadores del Post-it 8 el viernes último, el jurado de premiación del evento realizó una valoración de la edición y del concurso en sentido general:

De experiencia fructífera y muy apreciable califica el tribunal la competencia; reconoce que constituye la plataforma esencial, y a su vez, un suceso muy provechoso y relevante para los artistas emergentes de todo el país.

Presidido por el artista José Villa Soberón, el jurado de premiación estuvo integrado por Liesther Amador y Dania González Sanabria, artistas y primeros premios en las ediciones 6 y 7, respectivamente; junto a Meira Marrero y Miriam P. Casanellas, curadoras y galeristas del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y Collage Habana.

Igualmente, los miembros recomiendan la permanencia y la sostenibilidad de Post-it por y desde la institución, para el desarrollo evolutivo de las artes visuales en Cuba, y los artistas que son semilla en germinación.

El acta de premiación indica varios aspectos más destacables dentro de su relevancia:

-El concurso deja un registro importante de una parte de la producción anual del arte emergente cubano.

-El alcance promocional que tiene el certamen y la visibilidad nacional e internacional que pueden lograr los artistas en concurso. Es necesario defenderlo, mantenerlo y fortalecerlo tal cual es, un escenario de pre visualización de tendencias y referencias para los diferentes niveles de desarrollo teórico y experimental a nivel, formal y conceptual, cual termómetro del “cocido” nacional en las más jóvenes generaciones de artistas visuales.

-Propicia el acercamiento de noveles artistas al mercado y al sistema de galerías e instituciones nacionales, generado por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), para el beneplácito del status quo de las Artes Plásticas Cubanas.

La relevancia de los criterios de selección y premiación que desde Post-it se plantean, permite explorar el mercado en función de las propuestas del arte producido por los artistas emergentes en la actualidad.

Recomienda, además, que el FCBC “debe insistir en el empeño persuasivo y concreto que arroje la posibilidad de eliminar las limitantes que impone la condicionante del Registro del Creador. Sería una afortunada apertura al libre desempeño del trabajo que nos es asignado, a la hora de evaluar “la salud” del contexto creativo”.

Recordemos los laureados en Post-it 8

Primer premio para Miguel Osorio, por la obra Dermis after Rorschach. Segundo, para Reinaldo E. Cid, por la obra Noche especular. Y tercer premio correspondió a Evelyn Aguilar Sánchez, por la obra La voz de Diego.

Cinco menciones fueron otorgadas: Selfie, de Lisandra Isabel García; La fatiga aumenta, de Harold Ramírez; El abrazo, de Yeinier Núñez; Causa probable y Buscando culpas, de Daniel Martínez Reyes, y Había una vez… Y este cuento se acabó, de Rolo Fernández.

La calidad de las obras, desde el punto de vista estético y conceptual, junto a la temática, el soporte y puesta en escena fueron elementos condicionantes de un criterio unificado entre los miembros del jurado para la selección.