El Museo Provincial Palacio de Junco, primero fundado por la Revolución, celebra este viernes su aniversario 60.
La Máster Olga Lidia González Monguía, directora de la institución, pondera la relevancia de las colecciones que se atesoran en este recinto, entre ellas de personalidades como Plácido, Byrne, Carilda; antigüedades, sellos, postales y medallas, así como objetos de la africanía (grilletes, los restos de un esclavo cimarrón y un cepo original).
«Durante 60 años la tarea ha sido difícil e intensa, pero ha tenido su recompensa. La sociedad matancera reconoce en el Museo Provincial Palacio de Junco su función de memoria histórica, y la misión de salvaguarda patrimonial; además de la capacidad para satisfacer las demandas espirituales de diferentes grupos etarios», refiere la investigadora Annabelle Leyva Herrera, quien tuvo a su cargo los estudios para realizar la Muestra del Mes, contentiva del primer libro de firmas de visitantes, en el cual aparecen connotadas figuras como Jorge Mañach, Armando Hart Dávalos, Bola de Nieve y Saúl Vento, entre otras personalidades.
La Máster Lourdes Núñez Mena, especialista principal del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, señaló la impronta de dicha institución como centro metodológico provincial que prepara a los investigadores y técnicos de los 23 museos de Matanzas.
«Existe mucho sentido de pertenencia y responsabilidad de ese colectivo en el cuidado del patrimonio», destacó Lourdes.
Por resolución No. 28, del 5 de junio de 1959, la primera administración municipal revolucionaria de Matanzas creó el Museo Histórico de la ciudad, inaugurado el 6 de septiembre de aquel mismo año en el ala derecha de la planta baja del Teatro Sauto. Tenía entonces dos salones de exposición.
En 1971 el local se hallaba en ruinas, por lo que ante el peligro de derrumbe, los Junco trasladaron su residencia. El palacete pasó entonces al estado cubano. Sobre la base de un proyecto elaborado por la Comisión Nacional de Monumentos, entre 1976 y 1978 se realizó una cuidadosa restauración, con el fin de que el edificio sirviera de sede al Museo Provincial de Matanzas.
Tras recibir numerosas donaciones de la población matancera, el 14 de diciembre del 1980 fue reinaugurado el museo, con la presencia de las altas autoridades provinciales y nacionales.
En su primera fase se abrieron al público solo las dos primeras plantas; la tercera, el 28 de enero de 1981. El primer museo fundado por la Revolución se transformó en una gran institución de carácter provincial y con funciones de Centro Metodológico.
Leyva Herrera añadió que, durante estos años, la institución ha rescatado numerosos bienes patrimoniales y desde los años ‘80 se convirtió en el núcleo básico de la vida cultural de la ciudad, desarrollando proyectos como Sábados Culturales, Día del matancero ausente, Rincón lírico, Tertulia de Carilda y la peña Invitación entre puentes.
También sobresalen La Peña del adulto mayor, Atenas Brass Ensemble, Quinteto de cámara, Proyecto Animat, la peña Armonía con Arzola, la Tarde de Cabildo, la Peña de la trova, y el proyecto Hermetismo.
Se han realizado importantes investigaciones, que han merecido premios en encuentros nacionales de investigación de Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura y la Academia de Ciencias de Cuba.
El Museo ha auspiciado numerosos certámenes científicos, entre ellos el Primer Encuentro Nacional sobre historia de los museos cubanos. Cada dos años es la sede del Taller Internacional de Museología y Sociedad, además de disímiles eventos que se desarrollan en esa institución.
En el Centro Escolar Mártires del Goicuría se encuentra una extensión del museo, con una Sala de Historia, donde se exponen testimonios sobre los hechos acaecidos en el Cuartel de la tiranía batistiana el 29 de abril de 1956.
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