Sensibilizar a las personas con los temas de violencia de género y animarlas a contar su historia es el fin del grupo de Teatro Playback Espejos, que actúa en esta ciudad.
Todo el mundo tiene una experiencia que compartir, por eso sus nueve miembros recurren a las técnicas del psicodrama para recapacitar la violencia desde alegatos y emociones.
El Teatro Playback es de improvisación e interactivo, incorpora la tradición de la narración oral de las comunidades y escenifica acontecimientos de la vida de las personas que conforman el público.
En 2013 surgió el proyecto, mediante la formación de la profesora norteamericana Susana Metz, que introdujo el play back en Cuba, comentó Tamara Téllez Veranes, coordinadora del grupo.
Conformado por psicólogas, ingenieras, logopedas y pedagogas Espejos se presenta en escuelas, comunidades, empresas, y círculos de abuelos.
Es un trabajo voluntario, explicó Yamilka Rodríguez, integrante del elenco, una forma de llegar a la gente y que tiene el fin de darle voz para que cuenten su sentir.
Agregó que es importante que las personas reconozcan lo que viven, y se identifiquen con el problema. El play back genera solidaridad, aseguró.
Téllez Veranes, profesora también de la Universidad de Ciencias Médicas santiaguera, expresó que realizar esa manifestación le permite servir a los demás, estar comprometida, pues con su voz y cuerpo ayuda a que otro se pronuncie.
Espejos promueve el cambio partiendo de la observación y la elaboración de lo experimentado y se suma a lucha contra la violencia hacia las mujeres.
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