Bajo la dirección del maestro ecuatoriano José Criollo Miranda, 300 voces de diferentes cantorías infantiles se unieron este sábado, en la Casa Museo Oswaldo Guayasamin del Centro Histórico de La Habana.
El mundo necesita urgentemente sanar. Estoy seguro de que mientras nuestros niños sigan cantando, ayudarán a sanar nuestro planeta, afirmó el maestro de la nación sudamericana al término del encuentro.
Confluyeron en el improvisado escenario capitalino los coros Solfa, Alegretto, Voces Blancas, Misol, Olas, entre otros, que contagiaron con su alegría a los asistentes.
Al decir de su creador, el concierto pretendió reforzar lazos entre Ecuador y Cuba desde la educación musical y el arte coral infantil y juvenil.
José Criollo Miranda es un director ecuatoriano formado en Cuba por lo que siempre busca la aproximación entre los dos países, afirmó José María Borja, embajador de la nación sudamericana en la capital cubana, quien calificó el espectáculo de maravilloso y fraterno.
Por su parte el músico manifestó gran satisfacción por trabajar con niños que son «los grandes artistas del futuro» y habló de hermanamiento entre las dos naciones en el ámbito cultural.
La fundación Guayasamín en Quito, la casa museo dedicada al destacado pintor en Cuba y la embajada ecuatoriana en La Habana, patrocinan este intercambio cultural que incluyó la inauguración días atrás de la exposición Abrazos entre líneas y color de las pintoras Pilar e Isabel Bustos.
En próximas jornadas sucederán otras actividades que se llevarán a cabo en la Casa del Alba Cultural de La Habana y el Instituto Cubano de la Música, y se incluyen talleres para docentes, directores corales y para las infancias cantoras de los ensambles corales.
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