A modo de charla didáctica, el pasado miércoles 2 de octubre en la sala Che Guevara de la Casa de las Américas tuvo lugar el encuentro «De África a Australia y América: Tambores, plantas, y otras medicinas», en el que se debatieron y compartieron distintas prácticas culturales que hoy día conforman la base de proyectos de desarrollo integral en dichos continentes.
Como bien expresara al inicio la investigadora y directora del Programa de Estudios sobre Afroamérica de la Casa, Zuleica Romay, “tras siglos de migración y adaptación, las tradiciones africanas de música y medicina natural siguen animando comunidades en Australia, Cuba, y Brasil”.
La presentación, a la que asistieron personalidades como la escritora, investigadora y periodista Gisela Arandia Covarrubias y el presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, reflejó la confluencia entre ceremonia y salud resultante del enfoque de una colaboración llevada a cabo en La Habana, entre la embajada de Australia, la comunidad Ifá Iranlowo, y la Fundación Antonio Núñez Jiménez.
Los especialistas Adrian H. Hearn, antropólogo y profesor de la Universidad de Melbourne, y Victor Betancourt Estrada (Ogundákuanaiye), presidente de la Casa Templo Ifá Iranlowo, coordinadores del proyecto, comentaron detalles, perspectivas y visiones alternativas ante el uso y consumo de nuestras plantas medicinales, tanto en el contexto religioso como en la experiencia cotidiana.
Del lazo existente entre la tradición africana y la actualidad, asentado en el propio origen del ser humano, nos habló Hearn quien, por demás, se ha dedicado a implementar proyectos comunitarios que combinan la agricultura urbana, las plantas medicinales y la música colaborativa a través de su organización Suns of Mercury.
De origen inglés y brasileño, Hearn ha vivido en Estados Unidos, Australia, Cuba, México, y China, por lo que ha presenciado y compartido en diversas ocasiones con las comunidades indígenas de estas regiones, experiencias en las que ha conocido las alternativas curativas que ofrecen los pueblos originarios a través de sus múltiples expresiones artísticas y religiosas.
Por otra parte, contamos con la presencia de Víctor Betancourt Estrada, fundador en 1992 de la primera escuela metódica de Ifá en Cuba, quien ha realizado simposios con la Casa de África, el Centro Martin Luther King, la Fundación Fernando Ortiz, la Casa del Caribe, la Organización Panamericana de la Salud, entre otros.
A nivel internacional es reconocido como una autoridad en el pensamiento y la práctica yoruba-cubano, lo que ha quedado evidenciado en sus obras Bàbálawo: Médico Tradicional (1995, Página Regional), Lengua Ritual Lúkúmí (2003, Ediciones Òrúnmìlà), Legado Ritual Lúkúmí (2018, Ediciones Aurelia) o Ifaismo y Ciencia (2008, Editorial Ciencias Sociales).
En su paso por la Casa conversó acerca de las propiedades sanadoras que ofrecen las plantas del entorno cubano, así como de su afán por promover y expandir el conocimiento sobre estas, tan necesario en tiempos de escasez de fármacos.
Con el fin de crear espacios sustentables en las localidades cubanas para suplir necesidades médicas con el uso de la medicina verde, el proyecto realizado en 2023 resultó todo un éxito que impulsó al gobierno de Australia a financiar una iniciativa parecida en Rio de Janeiro con una comunidad Afro-Brasileira e Indígena.
A través de casos de estudio de estos proyectos, Adrian Hearn y Víctor Betancourt Estrada han revelado, además, la importancia que tienen la música, el toque del tambor y el canto narrativo y ritual en la unión de las comunidades afrodescendientes de estos países.
En Melbourne, la ciudad australiana más poblada, la herencia yoruba juega un papel prominente en el multiculturalismo urbano, lo que ha generado proyectos municipales de autoestima y orgullo cultural entre una amplia gama de jóvenes africanos.
Los tambores yorubas se destacan en estos proyectos por su capacidad de codificar y transmitir mensajes a la comunidad, al emplear una técnica que también se ha mantenido y desarrollado en Cuba. La pasada presentación demostró esta tradición viva con los tambores batá, cuyos mensajes en gran parte hablan de la salud física y espiritual.
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