Durante la presentación del libro electrónico Deconstruyendo latinidades y movidas de descolonización, del Fondo Editorial Casa de las Américas, expertos y académicos compartieron ideas sobre la relevancia de promover diálogos interculturales que reconozcan la multiplicidad de identidades de la región latinoamericana.
Realizada por las investigadoras Martha D. Escobar y Alicia Ivonne Estrada, de la Universidad Estatal de California en Northridge (CSUN), la compilación es resultado de un diálogo con especialistas de diversas temáticas, y orienta la mirada hacia la perspectiva transnacional de los estudios sobre latinos en los Estados Unidos.
La antología reúne ensayos y reflexiones en torno al racismo, las leyes y políticas migratorias en el país norteño, las directrices para la educación y el desarrollo de identidades descolonizadas, la agroecología y la soberanía alimentaria durante periodos de crisis económica, entre otros temas.
Ana Niria Albo Díaz, especialista del Programa de Estudios sobre latinos en los Estados Unidos, apuntó que se trata de un valioso material, nacido de la voluntad de dialogar, crecer y construir colectivamente aprendizajes sobre las latinidades con una perspectiva crítica y descolonial.
Sobre la compilación, la profesora de estudios chicanos, Ivonne Estrada, hizo énfasis en el capítulo relacionado con la diáspora maya en Estados Unidos y el testimonio de algunos de sus activistas. Explicó que durante mucho tiempo estas comunidades han sido silenciadas por el gobierno y los medios norteamericanos; sin embargo, llevan décadas viviendo en el territorio estadounidense, «inscribiéndose dentro de un imaginario latino homogéneo, que se caracteriza como mestizo e hispanohablante (…), y esta invisibilidad colectiva de la diáspora maya suprime, tal como hace el Estado, la violencia histórica y sistemática que marca sus vidas».
«La campaña política agresivamente antinmigrante de Donald Trump creó más odio, incertidumbre y miedo en todo el país. Y bajo esas amenazas me acerqué a colaboradores y activistas para que me ofrecieran los testimonios de vida que aparecen en este capítulo del libro», comentó la investigadora.
Estas narraciones tienen como objetivo exponer las experiencias, necesidades y condiciones específicas de las comunidades mayas en ese país y dar a conocer sus formas de organización, tradiciones milenarias y vínculos transnacionales para crear conciencia sobre el genocidio, la lucha por la tierra y los derechos de las mujeres indígenas. A propósito, la autora comenta cómo estas mujeres que residen en Los Ángeles han empezado a organizar su resistencia mediante negocios como la venta de comida a base de maíz y otros productos considerados ancestrales y con un profundo significado espiritual.
Por su parte, Axel Montepeque, Profesor Asociado de la CSUN, explicó que su contribución a la antología fue el análisis del texto literario Encancaranublado y otros cuentos de naufragio, de la escritora puertorriqueña Ana Lydia Vega.
Aunque el texto de Lydia Vega (Premio Casa de las Américas en 1982) ha sido examinado anteriormente, en esta ocasión, el interés de Montepeque residió en caracterizar la migración de puertorriqueños y otras poblaciones caribeñas y antillanas hacia los Estados Unidos. «La obra se preocupa por socavar y poner en vilo los discursos dominantes de la continuidad del poder en la región y permite ver además cómo es que las poblaciones afrodescendientes y “tropicalias” son excluidas en ambos lados del Mar Caribe», consideró el estudioso.
A través de su narrativa, Lydia Vega pone de manifiesto la necesidad de pensar la diáspora caribeña como parte constituyente de la heterogeneidad contradictoria de la región, y critica las latinidades producidas en dicho país por la diáspora que reproduce la colonialidad.
El cuaderno digital también incluye un texto del profesor Patrick Velásquez, quien fuera director de la Office of Academic Support and Instructional Services (OASIS) de la Universidad Estatal de California en San Diego (SDSU). Su trabajo examina los progresos educativos y culturales en Cuba desde el triunfo de la Revolución, y la posible aplicación de esas directrices para aumentar los resultados académicos y desarrollar una identidad étnica entre los estudiantes universitarios chicanos, que los forme para impulsar transformaciones en la sociedad estadounidense clasista y racista.
A propósito, Velásquez comentó: «Los estudiantes cubanos creen que su educación no es solo para ellos, sino para servir a la sociedad y a su país. Hay un sentido de identidad nacional y de solidaridad muy fuerte en la educación cubana que los chicanos no recibimos en las escuelas estadounidenses. Y esa identidad y significado colectivo de lucha es lo que el estudiantado chicano necesita para mejorar las condiciones en nuestras comunidades en todos los sentidos».
Saúl Isaac Maldonado, Profesor Asociado de la SDSU, a pesar de no contar entre los autores del libro, también participó en el panel para exponer sus experiencias de estudio en la pedagogía crítica y la creación de un movimiento de educación multilingüe, intercultural, respetuosa e incluyente.
Deje un comentario