El pasado 9 de junio se conmemoraron 50 años de la muerte del escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias. Desde la fecha, la Casa de las Américas ha promovido una serie de actividades en su honor. Este 2 de julio, en la sala Manuel Galich se conversó acerca de su trayectoria vital y literaria, en panel integrado por Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa y Sandino Asturias, nieto del célebre escritor, en cuyo homenaje dirige la fundación que lleva el nombre de su abuelo.
Asturias participó junto a autores como el cubano Alejo Carpentier y el venezolano Arturo Uslar Pietri en la renovación de la literatura latinoamericana de inicios del siglo XX, que sentaría importantes técnicas y perspectivas literarias y políticas en los autores de las décadas siguientes. Su compromiso con la experiencia política guatemalteca, la denuncia de las injusticias sociales y los efectos de los gobiernos dictatoriales como el de Manuel Estrada Cabrera le valieron el Premio Lenin de la Paz 1965 y el Nobel de Literatura de1967. Su novela El señor presidente, publicada por primera vez en 1946, constituyó una alegoría de los males de la dictadura y llegaría a convertirse en un referente atemporal en el tratamiento del tema.
Por otra parte, los estudios antropológicos que inició desde muy joven, así como su interés por las vivencias y cosmovisiones indígenas, se tradujeron en su poética como un fuerte sustrato referencial asociado a las comunidades nativas. En este sentido, Sandino Asturias comentó que la relación de su abuelo con las comunidades mayas tendría una retroalimentación histórica cuando en 1966 el Concejo de Autoridades de 48 Cantones de Totonicapán ―gobierno y máxima autoridad del Pueblo Maya K’iché’ del municipio de Totonicapán― le hace entrega del bastón de mando, símbolo de los valores y luchas de los pueblos originarios.
Por demás, la relación de Asturias con la Casa de las Américas comenzó desde la primera edición del Premio Literario en 1960, entonces Concurso Hispanoamericano de Literatura. El evento, bajo la inspiración de Haydee Santamaría y coordinado por Alejo Carpentier, incorporaría al escritor como miembro del jurado de cuento, al que se sumaban el español Antonio Ortega y los cubanos Lino Novás Calvo y Virgilio Piñera.
Fornet recordó que la obra de Asturias era leída por el público cubano con sumo interés, dado el impacto que tuvo la experiencia guatemalteca en el desarrollo de los primeros años de la Revolución cubana. A la notable presencia editorial que tenía en la Isla se añade la edición de El señor presidente (1982) realizada por la Casa bajo el sello de la Colección Clásicos de Literatura Latinoamericana y Caribeña.
Con la obra del guatemalteco y el análisis exhaustivo de su papelería se iniciaría en 1988 la Colección Archivo, proyecto dirigido por el académico italiano Amos Segala y dedicado a la elaboración de ediciones críticas de autores representativos de la literatura hispanoamericana, con el financiamiento de la UNESCO y el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia.
Al finalizar el panel, las palabras de Jaime Gómez Triana ―vicepresidente de la Casa y director del Programa de Estudios sobre Culturas Originarias― inauguraron de manera oficial la exposición bibliográfica "Miguel Ángel Asturias: leyendas de Guatemala". La exhibición muestra un recorrido por la vida y obra del autor y podrá visitarse en la sala de lectura José Antonio Echeverría de la Biblioteca de Casa.
El homenaje ―que incluye donaciones fotográficas realizadas por familiares de Asturias― traza su paso por Cuba a partir de la invitación que le hiciera Fidel Castro en 1959 a la celebración por el aniversario del asalto al Cuartel Moncada, así como su estancia del año siguiente durante el mencionado premio. Este 2024 las celebraciones en torno a la figura de Asturias se extenderán hasta octubre, mes en que el gran escritor cumpliría 125 años de vida.
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