Como parte de las actividades de Conmemoración por los 50 años del Golpe de Estado en Chile, la embajadora de la nación sudamericana en Cuba, Patricia Esquenazi, entregó a la Casa de las Américas la medalla de reconocimiento a la solidaridad internacional. La embajadora pronunció en el acto las palabras que transcribimos a continuación:

Estimado Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas, estimado cuerpo directivo de esta institución.

Estimadas amigas y amigos de esta querida Casa de las Américas.

Chile vivió este año 2023, una fecha triste de dura recordación. Ha transcurrido medio siglo desde que Chile vio arrebatada violentamente su democracia, el 11 de septiembre de 1973.

Ese trágico día, fueron cegadas las vidas de nuestro Presidente Salvador Allende y la de miles de sus seguidores. Fue el primer día, de miles en 17 años de una cruel dictadura cívico militar, que persiguió a quienes lucharon por cambiar un sistema que abriera posibilidades de una vida más justa para todos, especialmente para los sectores más pobres de la sociedad chilena.

La muerte, la cárcel, la persecución y el exilio fueron el castigo para decenas de miles de compatriotas. Muchos países abrieron sus brazos a chilenas y chilenos que debieron salir para salvar sus vidas. Cuba fue uno de ellos, el más solidario, el que dio casa, educación, salud y la tibieza de su amistad, a costa de renunciar a lo propio, a cientos de familias chilenas que llegaron solamente con sus lágrimas como equipaje.

Los chilenos nunca olvidarán los maravillosos gestos de solidaridad expresados por el pueblo cubano, desde el comandante Fidel Castro hasta el último habitante de esta isla querida.

Esta admirada Casa de las Américas ofreció sus muros, sus anaqueles, su estructura, su tibieza, para mostrar el arte de conocidos artistas nuestros que ya no tenían donde guardar ni donde compartir su creación. Pintores, escultores, fotógrafos, hacedoras de arpilleras, esa maravillosa forma de lucha de las mujeres chilenas que salieron a buscar a sus presos y desaparecidos, construyendo con pedacitos de telas, imágenes de la realidad. Esta Casa fue el nuevo hogar para quienes querían compartir su obra con Cuba y para quienes debían salvar sus creaciones de la brutalidad militar.

Roberto Matta, Violeta Parra, José Balmes, Gracia Barros, Roser Bru, José Venturelli, Dolores Walker, Alejandro Hoppe y tantos otros nombres ilustres de la cultura chilena, hicieron su nido en este edificio.

Por eso, quién mejor que Casa de las Américas para recibir un reconocimiento que, aunque se inscribe en lo cultural, es político, qué duda cabe, para agradecer de corazón, la solidaridad expresada por Cuba en los buenos y en los malos momentos de la historia chilena.

Estuvimos juntos en tiempos de la Unidad Popular, y luego al morir nuestra democracia. Una medalla es poco, pero es un recuerdo humilde para homenajear a esta institución, y para dar las gracias a pueblo y gobierno de este querido país.

¡Gracias Cuba por tanto!