Este 22 de abril quedó inaugurado el Premio Literario Casa de las Américas, en su 64 edición. El certamen, eje de sociabilidad para los escritores y lectores del continente desde la fundación de la Casa, como de costumbre inició en la sala Che Guevara, con la presencia de Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias, María Elena Salgado, vicepresidenta de la institución, el ministro de cultura de la nación cubana, Alpidio Alonso y los miembros del jurado.
La asistencia de colaboradores, amigos y público demostró el interés que durante años ha suscitado el evento literario más antiguo del país y el de más larga trayectoria en América Latina. En este sentido, no fue fortuito tener como invitado de honor al narrador, ensayista y profesor guatemalteco Arturo Arias, quien tuvo a su cargo las palabras inaugurales del Premio. Sus vínculos con la Casa de las Américas iniciaron en 1979 cuando, siendo apenas un joven de 28 años se alzó con el premio en la categoría ensayo. Al libro ganador, Ideologías, literatura y sociedad durante la Revolución guatemalteca 1944-1954 le sucedió, dos años más tarde, su novela Itzam Na, que también conquistaría el jurado de aquella edición por su poder narrativo y su buen manejo de la técnica contemporánea, así como por sus hallazgos en el campo de la invención verbal.
Autor de otras múltiples novelas con recurrentes condecoraciones, entre ellas el Premio Nacional Miguel Ángel Asturias, no ha decaído en su relación con este centro, al cual regresó como jurado del Premio Literario, y como conferencista en el coloquio Saberes y expresiones artísticas de los pueblos indígenas de la América Latina, organizado por el Programa de Estudios sobre las Culturas Originarias de América en 2016. Asimismo, al año siguiente pronunció la conferencia inaugural del IV Encuentro Casa Tomada.
Con la misma encomienda, en la inauguración del Premio 2024 las palabras de Arias recordaron sus inicios en la Casa, donde pudo conocer a figuras como Roberto Fernández Retamar y al también guatemalteco Manuel Galich.
«Para mí, Casa de las Américas es la institución cultural más seria en nuestro Continente. Es difícil imaginar otras cumpliendo 65 años de constitución, de entregar premios anuales a nivel continental con las dificultades por todos conocidas, más aun sin fines de lucro. ¿Cuántas instituciones ofrecen 15 categorías a considerar para un premio y responden con sensibilidad a nuevas inquietudes que han ido rompiendo los cánones tradicionales, tales como, a manera de ejemplo, literaturas caribeñas inglesas y francófonas o literaturas indígenas? (…) Su brújula siempre apunta al Sur global y enfoca poblaciones desposeídas y en muchos casos, racializadas. Nos permite informarnos de lo mucho que ignorábamos desde el rinconcito en que nos tocó nacer», apuntó el autor.
Respaldó también la vocación de Casa de unificar a escritores, académicos y artistas latinoamericanos en la tarea constante de renovación de nuestras artes y letras, a lo que acompaña una sensible labor de seguimiento y apoyo a los nuevos creadores, de lo cual el propio Arturo Arias fue un ejemplo. Por otra parte, tal y como expresara Jorge Fornet:
«Realizar este certamen en las circunstancias de hoy entraña un desafío y una paradoja. El primero por las contrariedades que implica realizarlo en medio de las estrecheces económicas que vivimos. La segunda, porque ello no ha impedido que los libros concursantes sigan llegando en avalancha, y que su número crezca de año en año».
En esta ocasión, esa avalancha respondió a las convocatorias de novela, teatro, ensayo artístico-literario y literatura para niños y jóvenes. Hasta el próximo 26 de abril, un jurado compuesto por doce miembros estará evaluando los textos y compartiendo con el público temas de la actualidad literaria del Continente.
Las novelas llegadas al concurso serán valoradas por Fabrizio Mejía Madrid, narrador y periodista mexicano; Hernán Ronsino, sociólogo argentino; y la escritora y teóloga cubana Lourdes de Armas. El primero se ha consagrado como novelista con las obras Hombre de agua (Premio Antonin Artaud, 2004), Disparos en la oscuridad (2011), Arde la calle (2014) y Los ninguneados (2021). Además de ser un exponente de la crónica mexicana, ha colaborado con periódicos como el Semanario Punto, La Jornada y la revista Proceso.
Por su parte, Ronsino, quien el año anterior visitó la institución como miembro del jurado del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar, de igual forma ha sido un escritor prolífico con una trayectoria en el género marcada, entre otras, por su más reciente novela Una música (Premio al Mejor Libro Argentino de la Fundación El Libro, 2023).
Actualmente, Lourdes de Armas preside la Sección de narrativa de la Asociación de Escritores y Artistas de Cuba, donde también es vicepresidenta de la Comisión permanente de cultura, género y equidad. Su labor literaria ha sido galardonada con el Premio Pinos Nuevos (2000), el Premio Rodrigo de Xeréz (2004) y el Premio Concurso Fundación Avón en Argentina (2005). Entre el cuento y la novela muestra un quehacer creativo sistemático con obras como Zoografía (cuento, 2001), Max y mis maridos (novela, 2007), Legítimas mentiras (novela, 2020), a las cuales se suman sus obras líricas Domingo blanco (2022) y De la hoja al humo (2024).
En la categoría teatro, la decisión estará a cargo del venezolano Carlos Arroyo, el colombiano Carlos Satizábal y el cubano Fernando Hechavarría, todos exponentes de la actuación y la dramaturgia latinoamericana actual. Líder de la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela, Arroyo ha participado en más de cinco agrupaciones teatrales, y llevado a escena alrededor de 50 obras de autores latinoamericanos. Su liderazgo y capacidad creativa lo han llevado a ocupar importantes responsabilidades en la integración artística de América Latina. Muestra de ello es su desempeño, desde 2022, como coordinador del Festival Internacional de Teatro Progresista.
Por su parte, Satizábal es actor, dramaturgo, poeta y profesor. Actualmente es codirector de Tramaluna Teatro, grupo de la Corporación Colombiana de Teatro, e integra también el equipo de realización de los festivales Alternativo y Mujeres en Escena por la Paz.
El cubano Fernando Hechavarría, además de poseer cincuenta años de carrera artística en las pantallas y las tablas, y una amplia trayectoria docente, es un actor muy querido por los espectadores cubanos.
A casi medio siglo de la primera convocatoria en Literatura para niños y jóvenes, la Casa mantiene su compromiso con los autores que en su creación recrean las necesidades de las nuevas generaciones. Fueron reunidas en calidad de jurado, la compositora e intérprete cubana Liuba María Hevia, quien participará en el evento de manera virtual, y Geraldine de Santis, narradora, investigadora, traductora y docente dominicana, cuya labor ha fomentado la literatura infanto-juvenil en su país por medio de la creación del Fondo bibliográfico IBBY RD-UNIBE, que alberga la colección privada de literatura dominicana para niños y jóvenes más amplia del mundo. Acompañará a las creadoras el narrador y periodista brasileño Ricardo Fernandes, vicepresidente de la União Brasileira de Escritores (UBE) desde 2021, columnista del Jornal do Brasil, y autor del libro para niños Pagode, o cão skatista (2023).
La categoría ensayo de tema artístico-literario será evaluada por Liliana Bellone, narradora, poeta, dramaturga y ensayista argentina, merecedora del Premio Casa de las Américas en 1993 por su novela Augustos, y Profesora Honoraria de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario; junto al también poeta, ensayista y profesor universitario, Doctor en Ciencias Literarias por la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, Leonardo Sarría; y el invitado de honor del Premio Literario, Arturo Arias.
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