La Casa de las Américas en agosto continúa un amplio programa de talleres y actividades de verano en el que ha destacado el recién impartido taller de fotografía, a cargo de Abel Carmenate Abreu. Durante más de una década, el fotógrafo ha dejado constancia de la vida en la Casa con imágenes que forman parte ineludible del acervo patrimonial de la institución y de su identidad visual. Más allá del habitual oficio, desde la teoría y la práctica, en esta ocasión ofreció sus conocimientos a un numeroso grupo de jóvenes reunido en la sala Che Guevara.

Dedicado al retrato, el taller abordó una serie de conceptos y técnicas de iluminación con el fin, no solo de enseñar principios básicos de la actividad fotográfica, sino de expandir las posibilidades creativas de los alumnos. En este sentido, el fotógrafo de la Casa enseñaría algunos de los fundamentos a tener en cuenta a la hora de realizar y apreciar la fotografía, desde el encuadre, la composición, la exposición, hasta las diferentes características de la luz y el uso que podemos hacer de ellas.

Asimismo, en un breve recorrido histórico comentó cómo, desde su invención en el año 1839, la fotografía de retrato y la temática paisajística han sido las más cotizadas entre el público. Sin embargo, a diferencia del arte pictórico –del cual la fotografía se nutrió durante muchos años–, captar la apariencia fisonómica de una persona es algo que ya quedaba garantizado con el uso de la cámara, por lo que el retrato fotográfico buscaría plasmar, además, rasgos de la personalidad reflejados en el semblante del modelo.

En este sentido, Carmenate recordaría la importancia de conceptos como el «alto contraste», manifiesto, por ejemplo, en la mítica fotografía El Guerrillero Heroico, retrato con el que Alberto Korda inmortalizaría la imagen e idea del Che Guevara. Otro artista cuya obra fue abordada durante el taller es el estadounidense Irving Penn, quien destacaría a partir de la segunda mitad del siglo xx en el área de la moda y el retrato. Bajo la premisa de lograr capturar el alma del retratado y la experimentación con las luces, Penn llegó a fotografiar a figuras como Truman Capote, Ingmar Bergman, Pablo Picasso, Miles Davis o el conocido actor Al Pacino.

Otra visión del retrato traería el fotógrafo Arnold Newman al recrear en sus instantáneas la relación entre la persona y su oficio o vocación, mediante el uso acertado de accesorios, ambientes y locaciones. Un claro ejemplo de lo que se denominaría environmental portrait, sería la fotografía tomada por Newman al pianista y compositor Igor Stravinsky en el año 1946, en la que la mayor carga simbólica radica en el piano, cuya silueta se asemeja a alguna nota musical y devuelve una idea íntegra de la labor artística del fotografiado.

Con estos conocimientos, a partir de la tarde del jueves y durante la segunda sesión del taller, los jóvenes practicaron tanto con la luz natural como con el uso de iluminación artificial, algunos equipados con cámaras profesionales y otros con sus teléfonos móviles. Desde los más variados ángulos de incidencia todos pasaron de ser espectadores a intentar capturar los matices de la luz en los rostros de sus compañeros.