El pasado 20 de junio, la sala Manuel Galich de la Casa de las Américas fue sede del taller “Lectura fácil para todos y accesibilidad universal” organizado por la Cátedra Infanciar, las bibliotecas de la Casa y el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de Cuba. La jornada de aprendizaje estuvo a cargo de los especialistas y miembros del Consejo Mundial de Académicos e investigadores universitarios (COMAU), Mercé Luz Arqué, de España, y el cubano Orlando Terre Camacho.
Con el objetivo de promover la comprensión cabal de la lectura, más allá de la decodificación de los signos y símbolos del lenguaje, el taller ofreció técnicas y métodos que faciliten la experiencia de un amplio registro de lectores. Como técnica de redacción, la lectura fácil se enfoca en las necesidades de cualquier tipo de lector en desventaja, desde aquellos que desconocen el idioma hasta las personas con discapacidades físicas y cognitivas. Su premisa es garantizar que la información sea plenamente comprensible para todos.
En una jornada inicial, a la que acudieron gran número de madres y padres junto a profesionales de la salud y la educación; Luz Arqué, entrenadora del taller y especialista en lectura fácil, explicó las diferentes pautas de redacción que el método propone, sobre todo, cuando se aplica en la educación de infantes con discapacidades intelectuales. En estos casos, la experiencia de lectura no les debe ser restringida, por el contrario, es necesario fomentarla con recursos que favorezcan la comprensión, desde la simplicidad de la tipografía hasta el uso de oraciones cortas, asertivas y de sintaxis simple.
Asimismo, cuando el interés de los educadores es la aproximación del infante a las ideas esenciales de un texto, es imprescindible prestar atención a las singularidades de los pequeños. Sobre este tema, Orlando Terre Camacho, defectólogo y especialista en neurodesarrollo infantil, aconsejó vincular la enseñanza de la lectura con procesos que incrementen la creatividad de los infantes, como el juego, la música, el dibujo, entre otros. De esta forma, en su etapa de formación inicial, niñas y niños se acercan al universo literario y artístico desde sus propios descubrimientos a un ritmo exclusivo para cada uno. Así, la experiencia de lectura deja de ser una imposición académica, ideologizada o politizada desde la institucionalidad, para convertirse en una costumbre divertida e interesante.
En el marco del taller, las bibliotecas de la Casa donaron 117 títulos de literatura infanto-juvenil a la Cátedra Infanciar, y recibieron de esta bibliografía teórica y materiales didácticos diversos. Por otra parte, la tarde fue el complemento práctico del curso impartido. La sala de lectura José Antonio Echeverría acogió una vez más el taller “Crear para aprender. Moviendo la inclusión”, coordinado por las bibliotecas de la Casa. Tras la emotiva narración del cuento “El monigote de arena”, llevada a cabo por la actriz cubana Beatriz Banguela, los pequeños dispusieron su imaginación a la creación de libros de cartón que reflejaran sus interpretaciones del relato.
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