El último día del mes de octubre acogimos en Casa de las Américas al Festival Internacional de Música Contemporánea de La Habana, que, organizado por la Uneac, llega este 2023 a su edición treinta y cinco. Una veintena de artistas presentaron sus piezas, algunas de ellas estreno mundial o en Cuba, en dos conciertos acontecidos en la Sala Manuel Galich y en la Sala Che Guevara. Aunque en ocasiones coincidía el compositor de la pieza y el intérprete, otros músicos interpretaron para el público obras de sus contemporáneos.
El primer espacio estuvo dedicado a la música electroacústica contemporánea latinoamericana, y contó con el apoyo del Laboratorio Nacional de Música Electroacústica (LNME), creado por el compositor cubano Juan Blanco, el primer artista cubano que utilizó recursos electroacústicos, espaciales y multimedios en la isla. Como invitado honorífico, recibíamos en la Casa de las Américas a Eduardo Kusnir, compositor, pianista y director musical argentino, él también una reconocida figura de la composición electroacústica. Con veinticuatro años llegó a La Habana y estuvo siete en Cuba, primero como director de la Orquesta del Ballet Nacional, y más adelante como director de la Orquesta Sinfónica de Camagüey, que fusionó con otras orquestas de otros territorios para crear la Orquesta Sinfónica de Oriente. Entre sus numerosas distinciones, nos complace especialmente que su nombre esté incluido en la lista de quienes recibieron el Premio de Composición Casa de las Américas, galardón que obtuvo en el año 1965. Al dirigirse al público reunido en la Sala Manuel Galich, Kusnir resaltó la importancia que tuvieron esos años en la isla para su trayectoria personal y como ser humano. Dos piezas suyas fueron presentadas como parte del Festival. La primera, “Federico” (1996), la compuso durante su estancia en Puerto Rico como profesor invitado, y está inspirada en el destacado poeta español Federico García Lorca, a quien alude en la pieza a través de la repetición continua de su nombre de pila, acompañado de las notas de un piano y otros sonidos agudos semejantes al xilófono o a una campana de cristal: la obra es profundamente lúdica, con intervalos rápidos que se alternan con silencios, en un juego constante de persecución. La segunda pieza, “El gato”, marca la irrupción de un nuevo personaje, Catalina, abreviado como Cat, palabra utilizada en inglés para designar a estas queridas mascotas felinas: Federico y Catalina juegan en la pieza al gato y el ratón, correteando por el espacio en una explosión pura de júbilo y desenfado.
Otras obras presentadas en la Sala Manuel Galich fueron “La impedancia de las palabras” (2023), escrita e interpretada por el cubano Iván F. Real con la utilización del violín y otros medios electroacústicos, “El perseguidor”, del músico argentino David Anaya Villalba, “AEQUALIS”, con el trabajo conjunto de Mario Arteaga, Alberto Erice y Andy Mendoza, “Texturas” (2022), compuesta por Jorge Denis Molina y con Ernesto Oliva al piano, entre otras. Mientras algunas contaban con el acompañamiento de un medio audiovisual, otras dependían completamente de la capacidad del sonido para llevarnos a rincones insospechados del subconsciente. Desde referencias literarias en la pieza de Anaya Villalba, con un guiño al cuento homónimo de Cortázar, hasta la naturaleza zen de la obra de Germanti, el futurismo de “AEQUALIS” o lo grotesco y surrealista en “Máscaras”, cada artista supo comunicarnos una fracción de sus demonios internos y sus preocupaciones estéticas.
Más tarde, en la Sala Che Guevara, pudimos disfrutar del segundo concierto donde confluyeron la guitarra sensible y rasgada de Luis Manuel Molina, el quinteto de instrumentos de viento dirigido por la fagot Alina Blanco, la puesta en escena de Janet Rodríguez en la percusión, con su energía vibrante y sobrecogedora, además del homenaje al compositor y director coral Electo Silva de la mano del Coro Polifónico de La Habana, con su magnífica reapropiación de los versos de José Martí y Mario Benedetti en formato lírico. Para terminar, se recordó en la Casa al compositor Tulio Peramo a través de la interpretación de una de sus piezas, “Heráldica”, a cargo del quinteto de metales Habana Brass.
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