El pasado martes, 7 de mayo, la Casa de las Américas recibió al representante de la editorial chilena Quimantú, Mario Ramos junto a la periodista y activista sindical Marcela Cornejo, quienes presentaron el libro Capítulos de la Historia de Chile y otras muestras de su quehacer editorial.
En 1970, cuando llega al poder el gobierno de la Unidad Popular encabezado por el presidente Salvador Allende, en la nación chilena se avistarían nuevas políticas culturales y educativas que implicaban la promoción y el mayor acceso a la literatura. Las profundas transformaciones sociales generadas en el inicio del gobierno democrático, impulsaron la reestructuración de la industria editorial. Es así como, en 1971, surge la Editorial Nacional Quimantú desprendida de la antigua empresa privada Editorial Zig-Zag. Con una perspectiva emancipadora que condujo al florecimiento de colecciones como Nosotros, los chilenos, Quimantú para todos o Clásicos del pensamiento social, acompañada por el abaratamiento de los precios y la proliferante circulación de libros en el país, Quimantú se posicionó como la editorial de mayor alcance en América Latina durante la época.
Sin embargo, como contara Mario Ramos, a solo dos años de creada, la editorial sufrió las repercusiones del golpe de estado de 1973 que condujo a la implantación de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Las políticas represivas y de derecha minaron el quehacer de la editorial al punto de la desaparición de su proyecto original. No sería hasta el año 2002 que resurgiría bajo el mismo nombre Quimantú (“Sol del saber”), una propuesta editorial que, al igual que su referente de 1971, adoptaría una política cultural encaminada al rescate de la memoria y la identidad popular.
Con el llamado “1000 días de creación y 50 años de resistencia”, la actual Editorial Quimantú recuerda la etapa fructífera en que el gobierno de la Unidad Popular fomentó la democratización de la lectura. En un nuevo significado, el valor de esos 1000 días ha trascendido a su reciente producción, las colecciones de hoy recogen entre otros temas, testimonios de aquellos años, biografías de mártires militantes, algunos de ellos miembros de la antigua editorial e importantes figuras del pensamiento latinoamericano.
Marcela Cornejo, quien durante años ha colaborado en su labor investigativa con la editora Quimantú, recordó la relevancia de una de sus líneas, la literatura infanto-juvenil, en cuyas colecciones aparece el primer libro, Laura y los Hawker Hunter, dedicado a explicar los sucesos del 11 de septiembre de 1973 a las nuevas generaciones.
Mario Ramos, por su parte, recordaría los inicios de su relación con la Casa de las Américas, cuando a finales de la década del 60, le llegaron por correo, libros de autores latinoamericanos que él, “como quien lanza un mensaje embotellado al mar”, había solicitado. La Casa, en su trayectoria editorial y su vocación de promover nuestra literatura, se alzaba desde entonces como un referente de resistencia descolonizadora que estaría vinculado con las primeras acciones y perspectivas de la editorial nacional Quimantú y el gobierno de la Unidad Popular.
El libro presentado en la ocasión, Capítulos de la Historia de Chile, fue editado por primera vez en 1973 y constituye una visión alternativa y humanizada del proceso histórico chileno, en el que son privilegiados los distintos relatos populares, e integra una larga tradición de resistencias frente a la imposición del colonialismo y el capitalismo en el país sudamericano.
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