La ciudad debe ser el estuche de la vida, la máquina de la felicidad "
Le Corbusier
Quién, como Gardel, no ha entonado que veinte años no es nada. Quizás, con algo más de vida, el famoso bardo argentino hubiese cantado al tiempo que pasa tras medio siglo de existencia. Veinte y cinco años, pudiera decirse fácil y rápido, pero si pensamos en el compromiso que entabla su cuestión de constancia, de permanencia, tenacidad y lozanía, entonces, el lapsus temporal debe celebrarse en homenaje y también en revisión del camino transitado.
Nótese la coincidencia, medio siglo cumple “Rutas y Andares”, legítimo y familiar proyecto estrella de la Oficina del Historiador de La Habana, y 25 años el boletín editorial Programa Cultural, publicación impresa que cada mes compendia lo que acontece en el Centro Histórico habanero, en su sistema de instituciones culturales y programas sociales asociados. Ir al boletín, hojear sus páginas policromadas y densas, ilustradas y debidamente identificadas con cada logo y marca, nos deja sentir cómo la ciudad cobra nuevos sentidos en el tiempo y a través de los tiempos en ese vestigio de maquinal felicidad que Le Corbusier nos alertara; es así que la dedicatoria 2025 a Rutas y Andares, abraza en familia, el sueño sempiterno de Eusebio de no desligar vida y gente, ciudad y pueblo, cultura e historia, arte y razón.
Todo comenzó en el ya distante 2001 como suerte de oportuno aliento para visibilizar el quehacer de las instituciones de la Oficina y sus agendas que se convertían en opciones recreativas principales de una ciudad que renacía cada verano, con el propósito de acercar la familia cubana al patrimonio histórico-cultural atesorado en el Centro Histórico, al tiempo que la gestión institucional dialogaba con intereses asentados en el gremio familiar por muy diverso que estos fueran entre sí.
De ese modo, entre Rutas y Andares (RA) y el Programa Cultural (PC), se ha tejido el compromiso responsable de cultivar una intrínseca y dinámica relación con sus asistentes, públicos, gestores y lectores. Siendo constantes, ininterrumpidos, serios; incluso bajo el impase pandémico que lanzara ambos proyectos a la activa virtualidad. Esta constancia, junto a la calidad de las propuestas (en “Rutas y Andares”, se conciben rutas comunes y especiales, andares físicos y virtuales, dedicados a todas las edades; mientras que el Programa Cultural, se ha convertido en una exquisita cartelera con datos e información cualitativa de las propuestas), distinguiéndose sobremanera en el panorama cultural y editorial habanero e insular.
Desde el 8 de julio y hasta el 30 de agosto, Rutas y Andares proporcionará a sus participantes los itinerarios más gustados, transformando cada día en una viajera y andante aventura cultural, histórica y artística únicas. Al decir de la colega Yimel Díaz Malmierca, en el hermoso y noble empeño de rescatar ruinas y descubrir memorias que ocupa a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), RA en su afán para “descubrir en familia”, ha sido una especie de juglar, de inquieto transeúnte que va contando, urdiendo y viviendo la historia en el presente de su transcurso. Este verano 2025, ya viste los múltiples colores que sirven de portada al boletín, y nuestra Habana se compone para sosegar las altas temperaturas y los modos vivientes de sus pobladores y visitantes.
Sin temor a los equívocos, la amplia agenda tramada en ambos proyectos, ha contado con el acompañamiento de estudios y diagnósticos que permiten la evaluación sistemática de los proyectos y tomar en cuenta las necesidades y demandas de los públicos, nos cuenta la socióloga Dariadna Barrios Tabares, quien ha liderado varias investigaciones desde la Dirección de Gestión Cultural de la OHCH. Hecho que posibilita acceder a los reclamos, consideraciones e intereses de quienes son asiduos o recién bienvenidos. La proyección intencionada hacia aquellos sectores que, por determinada razón, se mantenían distantes y era propicio atraerlos hacia las rutas que marcaban nuevos caminos llenos de interesantes andares aún por descubrir en complicidad.
Para Katia Cárdenas, figura pionera en ambos proyectos, RA y el PC son como hijos queridos; quienes iniciaron nunca pensaron en que se llegaría a veinticinco ediciones, tal parece que empezaron ayer. Nos cuentan sus protagonistas fundacionales que el desafío, el reto trágico y el encantador deseo, ha sido permanente. Trágico porque nunca sabíamos qué propuesta íbamos a hacer; y encantador por el impacto que finalmente tenía en la gente. Conozco personas que identifican épocas de su vida con determinada edición de RA y la visualidad asociada a la campaña y a la portada coincidente del PC, para Masvidal como diseñador, es algo sublime a lo que podía aspirarse, que un diseño suyo forme parte de los recuerdos de alguien.
Verano 2025, más allá del desafío del obrar cotidiano que nos aguarda, Rutas y Andares ya está aquí, y con la fraterna compañía de un Programa Cultural, igualmente hermoso, que celebra sus 25 años en familia; experiencia única que nos permitirá descubrir y redescubrir los tesoros históricos y culturales de nuestra querida ciudad, ella “el estuche de la vida, la máquina de f
elicidad”.
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