El 8 de marzo de 1857 se produjo la primera expresión de lucha de las mujeres contra las consecuencias de la explotación capitalista. La misma fue convocada por obreras textiles en Chicago, para protestar contra las extenuantes jornadas de más de 12 horas de labor a cambio de salarios miserables, fuertemente reprimida por la policía.
Medio siglo más tarde, en marzo de 1908, 15 mil obreras marcharon por la misma ciudad al grito de “¡Pan y rosas!”, sintetizando en esta consigna sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de trabajo, mientras también se conmemoró el “Día de la Mujer”, en el teatro Garrick de la propia Chicago, en acto presidido por destacadas mujeres socialistas.
Pero ya en ese año, no fue solo en Chicago. El 5 de marzo de 1908 Nueva York fue escenario de otra huelga, protagonizada por un grupo de mujeres que reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y tiempo para poder dar de mamar a sus hijos.
El 28 de febrero de 1909 se conmemoró, por primera vez en Nueva York, el Día Nacional de la Mujer, organizado por las Mujeres del Partido Socialista de los Estados Unidos en honor a la huelga de las trabajadoras textiles de 1908. Unas 15.000 mujeres marcharon por la ciudad de Nueva York exigiendo una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derecho al voto, con lo cual se integran también a la lucha política.
Ya en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, por iniciativa de Clara Zetkin, secundada por Rosa Luxemburgo, en homenaje a quienes llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista, con el respaldo unánime de las 100 mujeres asistentes, procedentes de 17 países.
El acuerdo que instituyó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, dio nuevas fuerzas a las luchas de las obreras en diferentes países del mundo, destacándose las manifestaciones que sucedieron al incendio en la fábrica textil Compañía de Blusas el Triángulo, en Estados Unidos, el 25 de marzo de 1911, cuando perecieron 146 trabajadores, 129 de ellos mujeres, que protagonizaban una huelga en reclamo de igualdad de derechos laborales que los hombres, circunstancia que reavivó los reclamos de las trabajadoras que venían denunciando las condiciones laborales a las que eran sometidas.
La responsabilidad por el fuego se atribuyó al dueño de la fábrica, sin embargo, y a pesar de la huelga en protesta por lo que se catalogó como el desastre industrial más trágico en la historia de la ciudad de Nueva York hasta ese momento, nunca se investigaron las causas del incendio, ni hubo acusados ni responsables. No obstante, se supo que las trabajadoras y trabajadores no pudieron escapar del edificio incendiado ya que los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas y salidas, una práctica común para evitar y reprimir movimientos obreros, sobre todo en momentos en los que las mujeres habían cometido la osadía de solicitar mejoras salariales y condiciones laborales dignas.
La reiteración de dicha práctica ha causado no pocas muertes a lo largo del tiempo hasta la actualidad, a pesar de tan dolorosas experiencias.
Ya en 1914, en Alemania, Suecia y Rusia se conmemora por primera vez, de manera oficial, el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. En el resto de Europa las mujeres organizaron mítines al 8 de marzo para protestar contra la guerra y para solidarizarse con las mujeres de otras latitudes.
En Rusia —febrero de 1917 por el calendario ortodoxo— las obreras textiles tomaron las calles reclamando “Pan, paz y libertad”, marcando así el inicio de la mayor revolución del siglo XX, que desembocara en la toma del poder por la clase obrera, en el mes de octubre del mismo año.
En Cuba se conmemoró por primera vez la fecha el 8 de marzo de 1931 en franco desafío a la represión machadista, que se encontraba en su período más álgido.
Dicha fecha se universalizó en 1975, cuando las Naciones Unidas acordaron celebrar en esta fecha el Día Internacional de la Mujer, al cual le eliminaron su concepto originario de mujer trabajadora.
No obstante, la fecha ha seguido siendo motivo de expresiones de lucha de las mujeres trabajadoras que, en la mayoría de los países del mundo continúan reclamando equidad laboral y salarial, derechos inalienables, mejores condiciones de vida y de trabajo, respeto y beneficios especiales por su condición de madres, y que la justicia social llegue a esta parte fundamental de la persona humana.
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