“Si en algún momento este país ha necesitado coherencia en el frente cultural revolucionario y descolonizador es ahora”, aseguró el diputado Abel Prieto Jiménez durante las sesiones del Parlamento cubano, al referirse a la importancia de la política cultural en el proceso revolucionario.
El intelectual cubano recordó en una de sus intervenciones las vicisitudes que se han tenido a lo largo de estos años en el frente cultural. “El presidente Díaz-Canel, incluso antes de tener su cargo actual, nos apoyó para crear una comisión cultura-ICRT, de modo que se armonizara la política de las instituciones culturales del Ministerio, que es el organismo rector de la política cultural y los medios de comunicación, la radio y la televisión”.
“Esa comisión se reunía una vez al mes. No obstante, siento que nosotros no logramos lo que podíamos haber realmente alcanzado con ese tipo de trabajo, y lo veo en las propias insatisfacciones que se han señalado con mucho acierto a lo largo de los debates en el parlamento”.
Según el también presidente de la Sociedad Cultural José Martí, la idea de formar El Espectador crítico, como lo llama Magda Resik en su programa, es una de las misiones esenciales de los medios de comunicación, para darle herramientas a las personas y así puedan dar una evaluación crítica de la avalancha cultural que está asediando a la Isla.
Abel Prieto hizo referencia a Díaz-Canel en el Congreso de la Uneac, cuando recordaba las palabras de Raúl en el mensaje a la organización por el 55 aniversario y citaba: “Hay dos amenazas para la nuestra cultura, los proyectos para dividirnos, es decir, los proyectos subversivos y la oleada colonizadora global”.
Rememoró también cuando el presidente cubano, después de depositar su voto en el referendo del 24 de febrero, dijo: “Tenemos que aprender, nuestros pueblos tienen que aprender a defender sus identidades, porque si no va a venir esa oleada y nos va a arrasar”.
“Creo que si esa comisión fue importante en aquel momento, hoy es más importante que nunca. Hemos invisibilizado el movimiento coral cubano, hemos invisibilizado el trabajo comunitario de más calidad, hemos invisibilizado muchas cosas muy valiosas y las hemos invisibilizado porque no hemos sido coherentes”, aseguró en su intervención.
Asimismo consideró que hoy se vive una crisis cultural muy profunda, donde es más importante el reflejo de lo que se hace, que lo que realmente se hace.
En este sentido lanzó una pregunta a la audiencia: ¿Puede la revolución cubana influir en el gusto de su pueblo, colocando lo mejor en los lugares apropiados? Al momento respondió: “Estoy seguro de que sí es posible, porque al final cuando promueves las cosas buenas la gente sigue las cosas buenas. Ahora, si promueves la chatarra cultural y la vuelves a promover, al final la gente te va a pedir la chatarra cultural, porque el gusto se enriquece, se influye”.
No obstante, el intelectual alertó en que no se debe esquematizar esta idea, porque existe una contradicción que frena el proceso: “Hacemos una televisión elitista y nos quedamos cuatro gatos viendo la televisión, o hacemos una televisión populista hollywoodense. ¿Cómo hacemos nosotros, cuál es la fórmula?”.
Según Abel Prieto existe un camino a seguir en el discurso del mandatario cubano en el Congreso de la Uneac, el que considera una plataforma excepcional para entender realmente lo que hay que hacer en el campo cultural en nuestras condiciones.
“Vamos a guiarnos por eso, vamos a unirnos, estamos exactamente todos por lo mismo, con un mismo enemigo que es el imperio y su aparato de dominación cultural. Eso lo tenemos que entender, ese es nuestro principal enemigo, pero no quiere decir que vamos a quitar todas las películas americanas de nuestra tv. Vamos a enseñarle a la gente a ver cine, como lo hace Rolando Pérez Betancourt en un programa extraordinario que se llama La séptima puerta, enfatizó.
Sobre los espacios informativos culturales, Prieto insistió en que tenemos un noticiero cultural que está produciendo material de primerísima calidad, que no es capitalino, sino un noticiero que cubre todo el país y atiende efectivamente todas las prioridades. ¿Por qué no nutrirnos de eso si estamos exactamente en la misma trinchera?
Sobre el discurso del mandatario cubano en la cita de los intelectuales y artistas, Abel Prieto aseguró que los delegados aplaudieron porque se sintieron representados en cada una de las palabras, en su análisis crítico a los problemas que se tienen que resolver, para que realmente la vanguardia cultural se convierta en algo vigente y activo y que transforme a las personas.
“Díaz-Canel nos llamó a combatir la indecencia y las manifestaciones de barbarie que vemos en la vida cotidiana. Eso no se puede combatir con medidas administrativas, eso se combate culturalmente, no con elitismo sino dándole a la gente instrumental crítico”.
El ex ministro reiteró: “Si este país fuera un páramo cultural estaría bien empezar a poner mediocridad, basura y chatarra importada o imitadora. Tenemos que convertir en algo exitoso lo valioso que tenemos en este país, lo que se ha formado en nuestras escuelas, en las escuelas de arte que fundó Fidel. No es posible hacer invisibles esas cosas y estoy convencido que con estos compañeros que tenemos aquí, podemos avanzar infinitamente, porque no hay la menor discrepancia de principios ni de conceptos”.
El intelectual exhortó a conciliar la política y a que todos los entes trabajen unidos para defender la Revolución, para defenderse de la estupidez, para evitar la frivolidad.
“Ese es el proyecto del gran sistema de dominación cultural y nosotros tenemos el proyecto de crear gente culta y libre, idea de José Martí y que Fidel concretó. El gran legado de Fidel en el campo la cultura es la idea de ser cultos para ser libres, sin cultura no hay libertad posible”, concluyó.
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