“Se trata de un trabajo hecho a medida para los bailarines de la compañía y tiene en cuenta su diversidad, pues algunos vienen de la técnica clásica y otros de la danza contemporánea. Escogimos ese título porque queríamos hablar de algo que no se puede medir, ni pesar, que no es de este mundo, declaró el coreógrafo”.
Tras varias presentaciones en el extranjero, la compañía cubana Acosta Danza regresará en septiembre al Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, donde estrenará la obra Imponderable, con coreografía del español Goyo Montero.
En declaraciones a Prensa Latina, el también director del Ballet de Nuremberg precisó que la pieza fue concebida a partir de temas del trovador cubano Silvio Rodríguez y está pensada para cuatro mujeres y cinco hombres. Se trata de un trabajo hecho a medida para los bailarines de la compañía y tiene en cuenta su diversidad, pues algunos vienen de la técnica clásica y otros de la danza contemporánea. Escogimos ese título porque queríamos hablar de algo que no se puede medir, ni pesar, que no es de este mundo, señaló.
Carlos (Acosta) me pidió una obra que tuviera alguna conexión con su país, con el alma cubana, y le propuse crear a partir de canciones de Silvio y adaptaciones del compositor alemán Owen Belton. Quería mantener la esencia de esta nación, pero al mismo tiempo otorgarle un sentido universal, explicó.
Graduado de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, Montero ha coincidido con Acosta en varias ocasiones y creó la pieza Alrededor no hay nada, para el debut de la agrupación en 2016.
Los bailarines cubanos son muy versátiles, tienen una gran capacidad para adaptarse a distintos estilos, muchos deseos de aprender y un ritmo interior muy fuerte. Para un coreógrafo, son un instrumento muy interesante a la hora de trabajar, afirmó.
Esta compañía es única en Cuba, pues une la tradición y las nuevas tendencias. Carlos quiere un repertorio propio e invita a creadores de otros países, lo cual permite que los artistas jóvenes conozcan un abanico muy amplio de estilos y las personas vean lo que sucede hoy en el mundo en esta materia, añadió.
Montero indicó que es un placer regresar a la nación caribeña y aseguró que el cubano es uno de los mejores públicos.
En este país la danza es como el fútbol en España. Todos conocen las piezas clásicas y tienen sus bailarines favoritos. Es algo único, que no pasa en Europa ni en Estados Unidos, donde el arte tiene un sentido elitista, aseveró.
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