Un espectáculo que se nutre de la fuerza creativa de tres Premios Nacionales del mundo de la danza y la música cubanas, es suculento desde su enunciado; y es que tras la coreografía y montaje de la obra Afrodita, ¡Oh espejo! – a estrenarse en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso en los últimos días de septiembre- se encuentra Rosario Cárdenas, una de las artistas más atrevidas y prolíferas de la escena cubana contemporánea; el compositor y pianista Frank Fernández, y el diseñador y teatrista Carlos Repilado.
La puesta, que estará interpretada por trece jóvenes talentos de la compañía fundada y dirigida por la creadora, es una apología a las deidades Afrodita y Oshún, seres divinos que desde su concepción geográfica y cultural son opuestas y sin embargo presentan similitudes respecto al amor, la fecundidad, la lujuria y la bondad, todas estas constatadas en la obra de Rosario. Así, las coreografías discurren en ese despliegue de emociones y circunstancias.
“Para mi era muy emocionante abordar la cultura universal desde nuestra realidad y puntos de vista, y ver cómo las culturas, aunque diferentes, se enriquecen una a la otra – comentó Cárdenas. Es curioso ver cómo el hombre contemporáneo ve en la antigüedad un espejo. Mi objetivo es resaltar las coincidencias de estas divinidades desde la mirada de nuestra Isla; recordar que según la mitología, Afrodita nació en Chipre, también una isla, por lo tanto se le atribuye a esta diosa el poder del mar, como a Oshún el de las aguas de los ríos y manantiales.
Afrodita, ¡Oh espejo!, evidencia en cada una de sus coreografías el sello de Rosario, desde el movimiento corporal hasta el uso de dinámicos recursos en la escena como los que para esta ocasión se logran con telas de colores, calabazas representativas de Oshún, flores, maderos… Es que el estilo de la artista encuentra su génesis en el Análisis combinatorio de las Matemáticas, y del que expresó una vez en una entrevista a la revista digital La Jiribilla: “para el lenguaje del movimiento, esta manera de hacer me resultaba muy interesante en la composición, permitiéndome además utilizar otros lenguajes para los cuales yo quería ser libre si los necesitaba en mis búsquedas”.
Pero como en toda obra, la composición musical y el diseño de luces son dos pilares en los que se debe poner el mayor de los mimos y cuidados. En este sentido, Afrodita ¡Oh espejo!, presenta todas sus piezas musicales de la mano del maestro Frank Fernández, al que, según declaraciones del compositor, supuso un reto por el despojo de pre-conceptos e ideas que sobre ambas diosas tenía, para poder adentrase en un mundo donde se conjugaran de forma armoniosa estas deidades. Es de esa forma como se logra disfrutar de composiciones con ritmos tradicionales cubanos, folclóricos, de la música incidental y del piano, ejecutado por el propio Fernández.
Por otra parte, Carlos Repilado, uno de los colaboradores más fieles de Rosario Cárdenas, es el encargado de transportarnos, por medio del diseño de luces, a un viaje danzario entre las dos islas.
Publicado: 31 de agosto de 2017.
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