La exposición Varda/Cuba/Cine fue inaugurada en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba (MNBA) con la presencia del señor Jean-Marie Bruno, embajador de la República de Francia en La Habana.
Esta exposición, que se encuentra en el tercer nivel del edificio de Arte Cubano de esa institución museográfica, está compuesta por ciento diez fotografías tomadas en 1962 y 1963 por Agnès Varda en La Habana y en diversos lugares de la isla, así como por la película Saludos, cubanos (Salut les cubains)que se estrenó en mayo 1964 con una duración de treinta minutos, realizada con estas imágenes reanimadas al ritmo de las congas criollas y de un texto leído por la artista y por el actor francés Michel Piccoli.
Las instantáneas constituyen un inventario de diversos momentos de la vida cubana de la época y de sus personajes: desde los más comunes ciudadanos de a pie, pasando por el gran Benny Moré, hasta figuras de la talla internacional de Fidel Castro y Carlos Rafael Rodríguez.
La edición inicial de esta muestra fue exhibida en el parisino Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne, el pasado año, y ahora llega a los salones cubanos con una idea que enriquece el conjunto ya que se ha sumado al mismo la proyección de un grupo de cortometrajes de la trascendental cineasta cubana Sara Gómez, quien trabajó como asistente de Varda en esa visita a la Isla.
Entre los materiales de Sara Gómez —primera cubana que realizó un largometraje— se exhiben Guanabacoa: crónica de mi familia, Una isla para Miguel, En la otra Isla, Sobre las horas extras y el trabajo voluntario, Y tenemos sabor, entre otros.
En conferencia de prensa realizada antes de la apertura, Jorge Fernández, director del MNBA afirmó: “Sara aportó mucho al lenguaje cinematográfico, a deconstruir su narrativa clásica y la visualidad que generó en el cine ayuda a entender el arte de los 80 pues se anticipó a muchos procesos creativos con un carácter antropológico y etnográfico; (…) pudo penetrar de una manera muy auténtica la raigambre popular y social en Cuba”.
Y a continuación declaró: “Este es un momento histórico para el Museo Nacional de Bellas Artes al recibir esta exposición que es el primer acto de colaboración de nuestra institución con el Centre Pompidou”.
Emmamuelle Etchecopar-Etchart, representante de este mundialmente reconocido centro, agradeció al MNBA, particularmente a su director y a todos sus equipos de trabajo y consideró que esta muestra “podrá abrir la puerta a nuevos proyectos entre ambas instituciones”.
Julia Fabry, asistente de Agnès Varda, explicó que la artista no se encontraba en Cuba por asuntos de trabajo; a sus ochenta y ocho años la creadora sigue en activo y en estos momentos se encuentra preparando dos próximas exposiciones, una en Nueva York y otra en Francia y terminando un filme que debe ser estrenado el mes venidero.
“El viaje de Agnès en el año 62 significó mucho, realmente es una historia de amor con Cuba, la Revolución, la música, sus amigos, como Wifredo Lam y Sara Gómez, y creo que es muy importante que estén las obras de esta cineasta también, lo cual significa mucho para Agnès”, aseguró.
Sobre la labor actual de Varda comentó que está muy interesada en las instalaciones que combinan imágenes fijas con videos, por lo cual existe un paralelismo con esta exposición que es un trabajo de la década del 60 pero desde el mismo concepto.
Jorge Fernández llamó la atención acerca del diálogo que se establece en la muestra entre las piezas de ambas creadoras “porque Varda es una artista brillante que está entrando en un contexto que no le es propio (…) y quien completa esa mirada es Sara Gómez; ese diálogo donde se dan las epidermis y las profundidades de los fenómenos sociales puede ser interesante como elemento comparativo para analizar una exposición de esta naturaleza”.
La exhibición Varda/Cuba/Cine podrá ser apreciada por el público en el tercer nivel del edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes hasta el 10 de julio.
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