Aldo Soler: el arte erótico como elixir de la vida (II)


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Tras muchos siglos de censura y ocultamiento, el arte erótico finalmente ha sido admitido por la sociedad como parte de la naturaleza del ser humano, el cual ha concordado en que este tipo de expresión, tras liberarse de las tortuosas cadenas del mito, la religión y las tendencias académicas, constituye un modo de creación como cualquier otro, a pesar de que en pleno siglo XXI aún sea de cierta manera discriminado por algunos críticos, especialistas y galeristas, que han dado igual tratamiento a otros géneros tan populares y necesarios para la vida espiritual como los bodegones y los retratos, de los que apenas se habla y básicamente han quedado como arte por encargo personal.

Aldo Soler, desde su adolescencia como estudiante en la década de los años 70, cuando en Cuba lo erótico no era visto con buenos ojos, apostó por esta manifestación, alejado de atributos explícitamente pornográficos, para erigir un legado esencial e ineludible en la revolución artística del siglo XX en nuestro país. Su arte, deviene sana y ardiente expresión de un disfrute inevitable en la vitalidad del hombre, que emana desde el subconsciente, y que igualmente llamamos deseo, pero visto por él desde la intuición y la exaltación de la belleza de la geografía femenina, con respeto hacia ésta, esquivando el morbo y el fetichismo de la carne. Su manera de pintar estas escenas trasciende la simple representación gráfica, pues cuentan otras historias, que van más allá de lo histórico, de lo religioso o mitológico. Sus imágenes sobre féminas desnudas o semi-desnudas se caracterizan por una espectacular pureza que transgrede la norma del poder infinito y la hermosura que a veces anida en el pensamiento viril.

La sexualidad y el arte son lo mismo

Se asegura que el genial Pablo Picasso dijo una vez que la sexualidad y el arte son lo mismo. Para Aldo, esta es una premisa sobre la que ha sustentado toda su producción pictórica, sabiendo que en la historia de las diferentes culturas de la humanidad, el deseo por el sexo ha incentivado innumerables fuentes de inspiración. Vale recordar que todas las antiguas civilizaciones trataron de humanizar y sexualizar el universo proyectando sus emociones y actividades sobre los poderes espirituales que se pensaba eran controlados por la naturaleza.

Con delicadeza y cuidadosa estructuración de sus composiciones, este creador celebra ¿por qué ignorarlo? la sexualidad y el erotismo, como quien se interesa por vengarse después de tantos años de censura a escala universal. Su obra, en ocasiones, es como una burla hacia la moralidad impuesta por cánones religiosos y académicos. Y asume tal empresa con la convicción de que el arte erótico debe seguir su ritmo ascendente e ineludible en la revolución artística del siglo XXI.

En los trabajos (pinturas y dibujos) de este artista se examinan significaciones como la identidad femenina y la sensualidad; intención en la que el color y el calor del Caribe trascienden con singular fuerza expresiva. Los fondos casi siempre surrealistas figurativos o abstractos ofrecen protagonismo a las féminas siempre mujeres con características latinas o antillanas recreadas en ambientes calientes, en los que exalta las partes más púdicas que en ocasiones son más obvias, y en otras más sugerentes, pero todas diáfanos motivos de celebración del apetito sexual.

el erotismo es el apogeo de la sensualidad y el éxtasis de los sentidos

Para el gran maestro colombiano Fernando Botero el erotismo es el apogeo de la sensualidad y el éxtasis de los sentidos, y todo ello mezclado con la imaginación resulta bastante inspirador y productivo en términos de trabajo artístico. () Para mí el arte erótico es algo muy serio que no se hace con el propósito de excitar a nadie sino como una manifestación altamente artística, hecha con mucha devoción, con mucho cuidado y con un gran respeto a la tradición².

Pudiera definir, de igual manera, la producción artística de Soler en lo concerniente al arte erótico. En sus composiciones sobresale el dibujo del natural, aunque esta no es su principal intención. Sin embargo, en estas descuellan nociones básicas de la perspectiva y de la anatomía aplicada, esenciales para dibujar el cuerpo humano. 

No es menos cierto que si nos abstraemos en busca de la visión característica de la representación femenina, por lo general nos viene a la mente un cuerpo desnudo. El maestro, incentiva tal pensamiento tradicional, y lo hace como exaltación de la mujer; fuerte, espléndida, provocativa y sensual; en tanto significa y reivindica sus valores sociales, como ente que se abre camino para equipararse al hombre, en medio de una sociedad donde durante siglos fue discriminada. Su pintura, ante todo, y valiéndose de esas premisas, busca la belleza, con una enérgica carga estética, en la que despuntan características de modernidad, inteligencia, seguridad, y desafío.

En general, las producciones artísticas de Aldo hacen guiños al arte pop; sobre todo las concernientes a sus desnudos femeninos; no solo porque reflejan, a través de la sátira, críticas al lado tradicionalmente valorado, como el más morboso e impudente del gusto masculino; en tanto intenta acercar el arte al mundo y a la realidad, mediante un lenguaje figurativo y realista para el cual se sirve de modelos captados a través de fotografías reinterpretadas de forma irónica y examinadora. Su obra erótica tal vez concordante con el diseño gráfico y el marketing comercial aunque no puede calificarse de popular, sí es portadora de una estética pública que se identifica con la cultura de masas y su imaginario más íntimo; en tanto tiene mucho que ver con las premisas esenciales del spot publicitario. De hecho, se ha influenciado de importantes revistas de moda y de fotografías de corte erótico.

Con una paleta consolidada a través de un rico bagaje artístico, este creador asume sus dibujos y pinturas a través de un desempeño artístico que exalta los principios básicos para comunicar la personalidad que distingue a cada ser humano. Él no copia la realidad que trasciende de las imágenes, sino que la interpreta por medio de la praxis que emana de su imaginación para expresarla con una adecuada técnica de la que se derivan obras expresivas, originales y únicas.

Su arte erótico alcanza un papel libre y sincero. Se trata de emancipar a la mujer, manipulada desde la mentalidad masculina alimentada por la tradición bíblica y mitológica. En tal sentido expone, una y otra vez, con sentido crítico, la figura de las féminas expuesta con mayor intención, desde el Renacimiento, como objeto del deseo, representado de diversas maneras, incluso hasta el día de hoy. De tal modo, sus hermosas e ideales protagonistas traspasan al individuo, alejándolas de los estereotipos de ángel del hogar, obediente y sumisa esposa y sacrificada madre, los cuales solían caracterizar su representación iconográfica.

El arte erótico, como elixir de la vida misma, continúa siendo tema recurrente en el imaginario de pintores, escultores, dibujantes y fotógrafos. Aldo Soler es uno de sus más preclaros exponentes.

2 El arte erótico no se hace con la intención de excitar a nadie: Fernando Botero. Periódico español El País. Diciembre 22, 2013. Entrevista con la colega Margarita Vidal Garcés.


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