Alejo Carpentier y Pablo Picasso


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El Siglo de las Luces la novela de Alejo, cumple 61 años de editada en México. Se acerca el 20 DE OCTUBRE, un día memorable para nuestra Cultura Nacional. 

Se me ocurre pensar también en Picasso, el gran pintor de Málaga, que nació precisamente en octubre 25 de 1881 y que estuvo muy vinculado a nuestro país.

En uno de los trabajos de Carpentier, titulado: “El arte múltiple de Picasso”, en 1925, en la revista Social, escribió cuando era aún muy joven: 

Picasso es un gran artista, uno de los más completos de la era actual. Con él no cabe la expresión del lego: “hacía cubismo porque era incapaz de hacer otra cosa”. Una composición cubista de Picasso, debe mirarse ante todo, como un problema plástico planteado y resuelto. Ese “milagroso dibujante” como lo llamó Elie Faure, no dogmatizó nunca alrededor de su arte. Fue el primero en abandonar una fórmula tan pronto halló sus recursos agotados.

Y así nos dice Alejo:

Primeramente fueron bandadas de acróbatas tristes y niños famélicos, de un crudo realismo a lo Toulouse Lautrec. Luego aparecieron arlequines herméticos, escuálidos, en zarabanda doliente y retratos.

 Estalla el cubismo, el arabesco geométrico, con sus guitarras conjugadas, mesas sin perspectiva, frutas y frascos de anís, figuras palpadas visualmente en todos los sentidos por medio de una transposición de sus formas a un solo plano. Más tarde, tranquilizado, el lápiz de Picasso, se distrajo en dibujos sencillos, en caricaturas hechas con un trazo evocador de Hokusai, otras veces su pincel acarició desnudos construidos escultóricamente, llenos de una placidez heroica. 

Hace 81 años, en el Lyceum Lawn Tennis del Vedado, exactamente en fecha 18 de junio de l942, Alejo Carpentier, auspició, lo que podríamos llamar, la primera exposición de las obras de Picasso, en Cuba y en la América Latina, con creaciones que ni siquiera se habían expuesto en Europa, ni en América. 

Esto se recordó, cuando “La Fundación Alejo Carpentier” con el apoyo de la “Dirección Municipal de Cultura de Plaza de la Revolución”, conmemoró en el 2022, aquel importante acontecimiento. Bajo la Curaduría de la Premio Nacional de Artes Plasticas y Premio Nacional de Curaduría, Lesbia Vent Dumois, se organizó, lo que se dio en llamar el 8O Aniversario de esta original exposición. Se efectuó en la biblioteca pública “Alejo Carpentier” de la Casa de Cultura de Plaza

Dicen que aquella primera muestra, que permaneció hasta el 4 de julio del 42, fue a través de la participación del galerista judío Pierre Loeb, a inicios de la Segunda Guerra Mundial. 

Loheb, era un galerista muy importante desde los años 20 y 30.

Entre las obras traídas, aparecían óleos y goanches que es sinónimo este último de tempera, una pintura al agua opaca, que cubre el color del fondo en el momento en que se seca.

 Según comenta la Fundación, fue Carpentier, quién mandó a imprimir el cartel de la exposición e invitó a José Manuel Acosta, que se contó entre los fundadores del grupo Minorista, para realizar el registro gráfico documental.

Criterios especializados en la Habana confirman que:

En esa fecha, cuando ya el maestro español figuraba como uno de los monstruos sagrados de la vanguardia del siglo XX, sus cuadros produjeron escándalo en una ciudad todavía muy aldeana.

 Es importante que se sepa que Picasso, cultivó diversos géneros, pintor, escultor, gráficas, cerámica, diseñador, arte figurativo, retrato, desnudo, figura, pintura de historia, pintura mitológica, alegoría animalística, arte abstracto, pintura del paisaje, entre otras.

Su estudio fue un verdadero laboratorio de experimentos plásticos. En la crónica de Alejo, se explica, que el gran pintor es también autor de admirables decoraciones para importantes obras de arte trascendentales, como - El sombrero de tres picos de Falla, la Pulcinella de Stravinsky y otras muchas realizaciones.- 

Picasso muere en 1973. Cuando Alejo auspicia aquella muestra expositiva en la Habana, tenía ya el pintor más de 60 años. Era reconocido y muy valorado. Pintó desde niño, creció con el pincel en la mano y lleno de sueños. Después, sus obras poderosas, Guernica, Las señoritas de Avignon, Masacre en Corea, entre muchas otras y su filiación al Partido Comunista de España y al de Francia, avalan su quehacer.

Alejo Carpentier, llegó a a admirarlo de manera muy particular. Aún el gran cubano no había publicado sus grandes novelas cuando apareció en la Habana la exposición de Pablo Picasso.

Sus novelas, El Reino de este Mundo, Los Pasos Perdidos, El Siglo de las Luces y otras, sus Ensayos, Relatos, Crónicas, y sus Testimonios enriquecieron la poderosa obra de Alejo Carpentier, para orgullo de nuestra Cultura. 

Una manera muy sencilla de que dos grandes de la historia se entrelacen y brillen con la luz del talento creador y el genio que los caracteriza.  

Alejo y Picasso, en el universo artístico de Cuba, de Nuestra América y del Mundo.

                                                  

                                                     


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