Con estas palabras Katherine Muller Marín, directora general de la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dejó inaugurado el segundo día de sesiones del Encuentro Nacional de Poesía, que se desarrolla en la sede capitalina de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
“Con motivo de celebrarse el Día Mundial de la Poesía (21 de marzo), la UNESCO hace un llamado a la acción mundial a favor de este símbolo de la creatividad humana y como reconocimiento a esos movimientos regionales, nacionales e internacionales por la poesía (…) Para la UNESCO, este día tiene una razón importante al vincularlo con la diversidad lingüística como forma de libertad de expresión. Consideramos que realizar una iniciativa mundial permite realizar un reconocimiento a esos movimientos poéticos que se dan por la preservación del idioma y de otros de algunas comunidades en el mundo que están amenazados”.
Afirmó la Representante de la UNESCO que “el idioma es una herramienta de diálogo. Hoy debemos concientizar sobre la importancia de que la poesía se enseñe a los niños desde muy pequeños, no como tarea adicional en una clase; el poder expresarse en poesía podría ser una manera de que tanto niños como jóvenes tengan un mecanismo de comunicación de forma sensible y de superación de barreras idiomáticas, como forma de herramienta de comunicación”.
En esta segunda jornada resultaron además destacadas las intervenciones de prestigiosos investigadores y poetas cubanos integrados al tema Panorama internacional de la poesía, como Roberto Méndez (Poesía hispanoamericana); Lourdes Arencibia (Poesía haitiana); Francisco Díaz Solar (Poesía de la lengua alemana) y Ricardo Alberto Pérez (Poesía contemporánea)
A continuación y entre los escritores cubanos quienes, en franco diálogo cervantino, nos trasladan en imágenes y palabras hacia otros momentos histórico-literarios de la Cultura nacional está, sin lugar a dudas, Roberto Méndez Martínez (Camaguey, 1958), una suerte de exquisito talento con increíbles poderes para la disertación y la comunicación ante amplísimos y también pequeños auditorios.
En esta oportunidad Méndez Martínez --quien trajo consigo un texto referido a los poetas hispanoamericanos--, confesó que “me desconcertó recibir una invitación para hablar en sentido panorámico sobre Poesía hispanoamericana contemporánea, y quiero comenzar disculpándome de un mal entendido, pues creo que los organizadores querían invitar al ensayista y crítico doctor Roberto Méndez Martínez, pero éste (persona harto ocupada) declinó el asunto y en su lugar vino Roberto Méndez, el poeta a secas, quien sabe muy poco de panorama y periodizaciones además de grandes enumeraciones de autores que terminan por ser una especie de directorio telefónico sin teléfonos (…) En primer lugar, el término hispanoamericano es ambiguo, porque alude a una especie de unidad geográfica y estructural harto inestable, entre España y sus antiguas colonias de América (…) Del Reino nos vino la literatura de los Siglos de Oro que reconfiguramos a nuestro modo por la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz antes de que un hombre del Caribe y de América, José María Heredia, se convirtiera en el Príncipe de los Románticos en lengua castellana, o que el indio Rubén Darío abriera las arcas del Modernismo a los poetas peninsulares”.
El prestigioso intelectual cubano observó que “después vinieron García Lorca, Juan Ramón Jiménez, María Zambrano…pero estimo que, en los últimos años, estamos más bien distantes –“Cada uno por su lado”, diría mi madre--; de las honrosas excepciones dejo a cargo a los especialistas y me dedico a lo nuestro americano. Prefiero hablar de nuestra América que de Hispanoamérica. En segundo término, panorama es algo así como paisaje –todo y nada, espejismo--, por eso en lugar de tomar otro canon fallido les cuento algo con ribetes de sueño.
Seguidamente relató lo acontecido durante el Festival de Poesía de Granada (Nicaragua) al cual fue invitado hace un tiempo, “donde asistieron poetas de todas partes, de rostros memorables. Poetas para desayunar, para pasear, para discutir, para encontrarse, para leer, para leernos…Uno llegaba casi a enloquecer (…) Había que sacar lo que había de memorable en aquel encuentro”. Al respecto citó el extensísimo poema El celular, del nicaragüense Ernesto Cardenal; a una delegación de poetas españoles quienes como los Cisnes de Darío, o los del ballet de Tchaivkosky “eran unánimes en eso de no separarse ni mezclarse con los antiguos súbditos, quienes (un jefe editorial) quizás no querían que le propusiesen más cuadernos de versos; a Claribel Alegría, con su dignidad poética (…) Desde un chaman norteamericano hasta un laureado poeta asiático (con amplia escolta), quien nos endosó un interminable texto…”.
Rememoró los poemas y las personalidades de algunos de los poetas asistentes a aquel encuentro en tierra nica, entre ellos al argentino Jorge Alejandro Bocanegra, “a quien recuerdo como uno de los mejores del encuentro”, para finalizar con fina ironía con que “la Poesía hispanoamericana ni se rinde, ni se vende. Si quieren saber de contemporáneos, lean a Darío, a Vallejo y a Lezama. Lo demás, evangélicamente, nos será dado por añadidura”.
A su vez la escritora y traductora Lourdes Arencibia Rodríguez, valoró la excelencia de la Poesía haitiana actual en su texto titulado: Una flecha con destino fijo, además de citar a autores como Eugene Emmanuel (pseudónimo de Manno Ejen), nacido en la provincia cubana de Guantánamo en 1946, quien hoy reside en Canadá; a Dereck Walcott, poeta del Caribe anglófono --quien cifra las expectativas de sus versos en combatir el llamado Indigenismo linguístico y cultural--, y a tres poetas haitianos incluidos en una antología que prepara para la Casa de las Américas. Son ellos: Kettly Mars (Port-au-Prince—1958, y única mujer; Manno Ejen (Guantánamo, Cuba, 1946, residente en Canadá) y Claude C. Pierre.
“Tan sólo en Walcott –maestro del manejo del British English--, cabe destacar un magistral dominio de la lengua inglesa en todos sus matices y variantes al saber utilizarla en el amplio contexto de la Cultura occidental para definir sus culturas en relación con el tratamiento descolonizado de la lengua, para definirse a sí mismo y a su pueblo, y para vincular la influencia opositora ante el control colonial del sistema educativo concebido para fortalecer la dependencia de Gran Bretaña en sus colonias caribeñas”.
Significó también Arencibia Rodríguez –autora del libro Martí, traductor, entre otros--, que gracias al logro de la independencia en sus respectivos países los poetas antillanos –y en especial los que publicaron en la década del cincuenta del pasado siglo--, están totalmente alejados de cualquier calificativo que apunte a la llamada Indigencia lingüística. Estos eligen cada vez más en sus composiciones modos de hablar en inglés popular sin la resistencia de reglas gramaticales establecidas y con la intención de alcanzar su identidad, de reafirmar su independencia e imponer sus valores autóctonos”.
La Poesía contemporánea fue el tema escogido por el autor Ricardo Alberto Pérez quien, entre otras características al respecto mencionó “al cuerpo en perpetuo y absoluto estado de libertad, casi en la puerta del festín porno, algo que en este tiempo se exige y a partir del cual algunos logran hacer una buena poesía en este terreno, y donde desaparecen elementos como la ideología y la historia, elementos tediosos para una creación realmente auténtica”. Acotó que le gustaba mucho el tema de la progresión la que definió como “ruptura de algunas cuestiones relacionadas con la tradición poética. En esa ruptura me refiero a poetas actuales –nacidos en las décadas de los ochenta y de los noventa del pasado siglo--, de Chile y la Argentina que están optando y logrando romper con autores tradicionales (Neruda, Borges, Huidobro…), al tener en cuenta que aprendemos de los clásicos pero también de lo que cada día se produce en el mundo”.
Mencionó como otro rasgo de la Poesía contemporánea “la pérdida de su ingenuidad, tanto en su elaboración como en su contenido. Si usted se considera poeta representa la realidad (…) Recordemos las experiencias de los poetas norteamericanos de la década del sesenta del pasado siglo quienes expusieron y tradujeron el lenguaje de la realidad en que vivían. De aquí partió su grandeza, al lograr traducir en sus voces la realidad y la utilidad de aquella poesía que logró construir un corpus espiritual para enfrentarnos a todo lo que el mundo nos obliga a padecer”.
Finalmente, muy interesante resultó ser la intervención del escriotor Francisco Díaz Soler, sobre Poesía alemana quien en su calidad de traductor especificó “que éste a la vez de hacer una traducción, debe siempre proporcionar una explicación o información al lector u oyente, porque no es lo mismo la poesía traducida a aquella proveniente de la lengua original”.
Resaltó que un poeta cubano tiene un conocimiento fundamental de los clásicos hispanos y latinos –desde Zequeira, Heredia, hasta los poetas actuales--, “sin embargo los alemanes tienen el privilegio de ser la comunidad que más conocimiento posee sobre la tradición y actualidad poética en el mundo. Conocen a poetas españoles, como García Lorca, de quien en estos momentos realizan una traducción ampliada de su obra (…) Hay que conocer qué es lo que tiene detrás cada poeta alemán como comunidad lingüística de tres países: Alemania, Austria y Suiza”.
Asimismo, Díaz Soler mostró algunas antologías sobre poesía del país germano publicadas en Cuba. Una de ellas referida a la Poesía alemana entre 1945 y el 2000, y otra al tema Poesía y narrativa, el expresionismo alemán, publicada por Colección Sur.
En intervención especial, el connotado escritor y crítico literario Enrique Saínz manifestó acerca de la necesidad de profundizar en el estudio de los poetas chilenos y argentinos contemporáneos capaces de transportarnos a nuestra vida actual, y de abrirnos otras dimensiones y otras puertas como forma de revisar nuestro pasado, de repensar en nuestra historia y de analizar también qué estamos haciendo ahora para no entrar o quedarnos atrapados dentro de un museo”.
Por su parte el poeta cubano Carlos Zamora, anunció a este sitio digital que en este encuentro presentará su libro Bitácora (su séptimo título), premiado en la última edición del Concurso de Poesía Isla Caribe, de México, el que recoge vivencias de sus viajes realizados a Europa. Algunos de ellos espacios magnificados por los medios de difusión, pero observados desde la óptica u otros puntos de vista por parte del poeta. Sobre Bitácora adelantó que “espero completarlo pues aún está sin concluir, además de que trabajo en una novela cuyo tema es la emigración histórica entre España y Cuba”.
El Encuentro Nacional de Poesía concluirá este miércoles 22 en horas de la tarde, en la sede de la UNEAC.
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