La Editorial Capitán San Luis presentó el libro Nunca habrá soledad para ti, del Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero Rodríguez, como parte del proyecto cultural Nuestra historia y la continuidad, de Ediciones Verde Olivo, ubicado en la sala K-5 de la Cabaña, dentro de la Feria Internacional del Libro de La Habana.

El epistolario recoge una selección de la correspondencia sostenida entre Toni y Mirta, su mamá, durante los 16 meses y 18 días de confinamiento en el hueco de la Prisión Federal de Miami, y llega a los lectores como único testimonio del tiempo real en que los Cinco compatriotas cubanos fueron sometidos al brutal e injusto encierro.

María Eugenia Guerrero Rodríguez, hermana de Antonio, compartió en la presentación del libro sus ansias de que las cartas entre su hermano y su madre no se quedaran guardadas en el archivo que celosamente conservaba Mirta, y por eso siente una satisfacción muy grande al ver que, una selección de ellas, hayan devenido libro.

“En ningún momento esto se hizo pensando en que la historia iba a ser tan larga ni que se haría un libro de esta obra de conservación. Es un testimonio que no existía de muchas historias de aquellos diecisiete primeros meses, de qué sucedió, cómo resistimos, qué nombre tenía cada uno, qué relación teníamos entre nosotros, qué pasaba en ese tiempo”, expresó Antonio.

Pie foto: “El valor principal que tiene es la autenticidad y el testimonio”. Fotos Costesía de la autora

El castigo mayor, por los reglamentos de prisiones, era de sesenta días, y nosotros estuvimos 16 meses. Las condiciones allí el libro no las recoge, porque era imposible que yo las dijera, sin embargo, no hay en ese libro ni en ninguno de esos poemas un sentimiento de odio, todo lo contrario, explicó.

Así lo evidencia la carta que le envió a su madre el 13 de octubre de 1999, a solo tres días de cumplir 41 años: “… me siento dichoso de mi vida fructífera y útil sin que sea posible separar lo que soy y he sido, de ti, quien no solo me diste la vida, sino me criaste fuerte, saludable, guiado por el mejor camino, y me diste el ejemplo para ser lo que más valoro: un hombre justo, humano, capaz de dar amor sin recibir nada a cambio”.

“El valor principal que tiene es la autenticidad y el testimonio. Encontrarán un momento en que le cuento a mi mamá de René como si fuera alguien que no conocía. Es una demostración de la pureza y los valores que fue capaz de inculcarnos la obra revolucionaria, la educación y, sobre todo, el ejemplo de nuestra generación histórica”, comentó el héroe.

En estas cartas madre-hijo, encontrarán mensajes que nos hacen crecer como seres humanos, afirmó María Eugenia.