Uno de los dos largometrajes nacionales que concursaron en el recién finalizado 39 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano es Los buenos demonios, del realizador Gerardo Chijona, que asumió un guión escrito a dos manos por el desparecido cineasta cubano Daniel Díaz Torres y por Alejandro Hernández.

Esta película tiene un reparto de mucho respeto, entre otros actores Isabel Santos, Enrique Molina y Aramís Delgado.

Este último, popular actor cubano, recordado en memorables desempeños tanto en teatro, cine como en televisión, solo hace una escena de Los buenos demonios, pero es suficiente para que los espectadores disfruten de lo que es maestría actoral.

El Periódico Cubarte conversó con Aramís Delgado de este personaje, de sus insatisfacciones y de su público.

Hábleme por favor de su personaje en Los buenos demonios.

Sí, pero primero quiero hablarte de la película; me parece que el guión, de Daniel y Alejandro, que después Chijona toma, es excelente y a su vez el trabajo de dirección también lo es.

Chijona ha logrado una cosa muy difícil, porque hay que partir de un buen guión y estaba, pero ahora, ese tono que dan todos los actores, ese equilibrio, esa misma cuerda, es brillante. Yo veo a todo el mundo muy bien en cuanto a actuación.

¿Y su personaje?

Es maravilloso, es una actuación especial, breve; es un personaje que tiene sencillamente una escena nada más, una escena corta pero muy fuerte, muy importante, que dice muchas cosas; para mí sintetiza muchas de los problemas que hemos tenido como país.

Es un hombre jubilado, que fue militar y que está lleno de rencores, dolores y frustraciones. No aparece su nombre. Es un personaje que parece muy sencillo pero está lleno de significación y dice muchas cosas y al público le ha gustado mucho, lo han entendido.

¿Con qué actor comparte esta única escena?

Con Vladimir Cruz, que es el dueño de la Paladar a la que mi personaje va a comer con su esposa y se produce un diálogo muy especial que marca al espectador.

¿Es una escena simbólica?

Es que es muy dura, expresa muchas realidades, sentimientos; la cinta en general dice muchas cosas, está muy bien hecha; a mí me gusta muchísimo, creo que se logró una película que tiene el gancho popular pero también va a atrapar a los que van al cine a pensar.

¿Cómo construyó un personaje que poco tiene que ver con usted? ¿No?

No, si supieras yo tengo mucho que ver con el mundo militar porque cuando empieza la Revolución yo fui de la unidad 2100 de artillería, durante un tiempo; fui jefe de una batería con diecisiete años, y allí en la unidad creé un grupo de teatro y luego comencé a dar clases con Raquel y Vicente Revuelta, así fui aprendiendo poco a poco hasta que me desmovilizaron y comencé en el teatro donde he trabajado mucho…

¿Cuántos años lleva en la actuación?

Cincuenta y ocho años, y me he realizado mucho como actor; también en la televisión y en el cine, aquí no todo lo que yo quisiera pero he trabajado en más de cuarenta películas, no todas estas actuaciones han sido grandes protagonistas, aunque los he hecho, pero he trabajado mucho, me he realizado; no estoy frustrado.

¿Ese es el punto de mayor diferencia con el personaje de Los buenos demonios?

Sí, no estoy frustrado pero uno siempre tiene deseos insatisfechos porque si no se sienta y no hace nada más; siempre está la inquietud por hacer y hacer mejores cosas, no importa la edad sino la necesidad de decir cosas y creo que todavía puedo; siempre que uno tenga deseos de decir es porque está vivo.

Entre esas insatisfacciones, ¿qué personaje de la literatura universal no ha llegado a su vida hasta hoy?

El Rey Lear, del drama de igual título de William Shakespeare, lo empecé a ensayar una vez con José Antonio Rodríguez con el grupo El Buscón, pero no lo hicimos y para mí es una obra muy significativa.

Hace tiempo que no hace teatro…

Sí, me distancié un poco porque es muy fuerte, y realicé otras cosas, pero me quedan deseos de volver.

¿En qué trabajos está en estos momentos?

Voy a trabajar en El Mayor, la película del director Rigoberto López sobre nuestro héroe camagüeyano Ignacio Agramonte; voy a hacer el personaje del español Capitán General de la República de Cuba; se empezará a rodar a principios del año que viene.

Acabo determinar una serie con Rudy Mora, ConCiencia, muy buen título y muy buena dirección de Rudy, además de un gran elenco; están entre otros Isabel Santos, Manuel Porto, Blanca Rosa Blanco. Son solo once capítulos pero es una serie muy profunda y fue un trabajo muy interesante.

En varias ocasiones ha trabajado con realizadores jóvenes…

Sí, me encanta trabajar con los realizadores jóvenes porque traen algo nuevo, fresco, muy vital y algunos son muy talentosos, como Javier Chile; ahora en el Festival se presentó un cortometraje que hice con él, Atrapado, que recibió el premio colateral  UNEAC de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

¿Cómo es su relación con el público?

El público me adora; yo me siento muy reconocido en la calle, no puedo quejarme, la gente me quiere muchísimo a pesar de que en televisión, que es lo que más llega a las casas, he hecho muchos personajes negativos, pero les han encantado a las personas, les han gustado.

Por la calle me paran para saludarme, felicitarme, la gente me quiere; para mí esto es muy lindo, es muy satisfactorio y lo único que pido es que la vida me de mucha salud para poder seguir diciendo cosas. Me gusta estar aquí en mi país trabajando y diciendo cosas.

Publicado: 19 de diciembre de 2017.